Nadal, ante Ferrer y su talón de Aquiles

Cuatro días después, Nadal y Ferrer vuelven a encontrarse en busca de poner el broche perfecto a dos temporadas excelsas. Y lo hacen en condiciones muy similares. Si en París-Bercy jugaron en una pista de cemento muy rápida y bajo techo, este martes en Londres (15:00 horas/Teledeporte) van a medir sus fuerzas en unas condiciones prácticamente idénticas. En la Copa de Maestros, donde están los mejores del mundo -sólo falta Murray-, el número uno del mundo tiene grandes retos por delante. Para empezar, ganar dos partidos y así asegurarse terminar el año como número uno del mundo, algo impensable no hace mucho. Y eso pasa en primer lugar por vencer al alicantino, quien en tierras francesas le eclipsó y le llevó al paredón.

Es cierto que el de Manacor ha vencido a Ferrer nueve de las últimas diez veces que han jugado, pero también lo es que hay que sumar al último precedente que Nadal no le gana en cemento desde el año 2010, señal de que en pista dura se igualan las fuerzas entre ambos. Es capital para él disipar las dudas mostradas en París-Bercy, donde no consiguió sentirse a gusto y donde su derecha se mostró menos afilada, más errática de lo normal y sufrió más de la cuenta. Por reajustar su 'drive' y recuperar totalmente la confianza pasan sus opciones para conquistar un torneo convertido en pesadilla durante su carrera.

La Copa de Maestros es territorio prohibido para Nadal. Se trata de una plaza en la que tradicionalmente patina. De hecho, es el único gran título que se le resiste al español. Y también es el único gran torneo en el que tiene un balance negativo de victorias y derrotas (9-10). Pero su extraordinaria temporada invitan al optimismo. Sus 13 finales en 15 torneos en el 2013 permiten a Nadal compartir el favoritismo en este torneo junto a Djokovic, que lleva 17 triunfos consecutivos. Es un año idóneo para destrozar esa barrera que le ha impedido siempre acabar el año de la mejor forma posible.

Sin embargo, para evitarlo está David Ferrer, que llega a Londres después de una derrota de las que escuecen ante Djokovic pero tras demostrar que es uno de los mejores. En París-Bercy le miró a los ojos al serbio, luchó cuerpo a cuerpo con Nadal, al que le hizo hincar las rodillas, y nubló y sentenció a Berdych. Todo en una temporada, probablemente la mejor de su carrera, que puede redondear con un buen papel en Londres y con el tercer puesto en el ránking mundial, algo que ha alcanzado antes de la cita londinense. Este martes, cita para dos maestros. Nadal se enfrenta a Ferrer, uno de los cinco tenistas que le han ganado este año, y a su talón de Aquiles.