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Un elevador con respaldo para niños, mejor que un alzador

Reduce seis veces el riesgo de daños en cabeza en un impacto lateral

MADRID Actualizado: Guardar
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Un elevador con respaldo para llevar a los niños en el coche es mejor que el alzador, según un estudio realizador por el RACE y CYBES. Su uso reduce seis veces el riesgo de que el menor sufra daños en la cabeza. Durante el año 2012, y según los datos de la Dirección General de Tráfico hechos públicos la semana pasada, se produjeron en España 52 muertes por accidente de tráfico entre menores de 14 años, lo que supone un 23% más con respecto a 2011. Por tipo de accidente, el 77% de los niños muertos en un accidente eran ocupantes de un turismo, y si tenemos en cuenta el uso de sistema de retención entre las víctimas mortales en 2012, el 30% de los niños fallecidos no llevaban una silla en el momento del accidente.

Para estudiar mejor las consecuencias en los niños en un impacto lateral, el RACE y CYBES realizaron dos impactos dinámicos (o Crash Test) a 50 km/h con dos sillas, una de los grupos II – III (de 15 hasta 36 kilos) y un alzador del grupo III (de 25 a 36 kilos). Las dos pruebas se realizaron por un laboratorio independiente bajo los mismos criterios, utilizando para ello un “dummy” de un niño de 6 años situado en la plaza trasera, detrás del puesto del copiloto. En ningún caso se trataba de analizar la calidad de un producto, sino las diferencias en el uso de dos sistemas que están permitidos y homologados.

Durante el choque lateral los ocupantes del vehículo se golpean contra las partes interiores. La corta distancia existente entre el pasajero y la estructura de la puerta, unido al hecho de que el cinturón realiza un escaso trabajo de retención del tórax frente a movimientos laterales, aumenta el riesgo de daño.

Un sistema de retención infantil sin respaldo incrementa la altura del niño respecto al asiento original del vehículo y permite una mejor adaptación del cinturón de seguridad a la geometría correcta. No obstante, la ausencia de partes que protejan el tórax y la cabeza, frente a un choque lateral hace que el niño se vea desplazado hacia la puerta y retenido únicamente en la zona de la pelvis. El cinturón se desliza sobre el hombro produciéndose un contacto de la cinta con el cuello del niño, golpeando la cabeza y el tórax del niño la puerta. El criterio de daño en cabeza se multiplica por seis con respecto al mismo impacto del maniquí ubicado en un elevador con respaldo.

El elevador con respaldo incorpora una protección frente a impactos laterales que mitiga el daño que se pudiera originar. La silla con respaldo incorpora unas guías que posicionan el cinto sobre el hombro del niño, adaptándose a su altura, y que en caso de un impacto lateral, permanece sobre el hombro del niño. Los apoyos del lateral del asiento, situados en todo el contorno del cuerpo (cabeza, tórax y pelvis) uniformizan las fuerzas de contacto y evitan la exposición del cuerpo a contactos directos con el lateral del vehículo. El niño permanece dentro de la silla en todo momento.