FÓRMULA 1

Ferrari se rinde

Vettel sumará, salvo milagro, su cuarto título consecutivo e igualará a Prost, mientras la ‘Scuderia’ arroja la toalla para centrarse ya en el proyecto de 2014

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La temporada 2013 se está convirtiendo en una auténtica agonía. Para Sebastian Vettel, porque tiene una mosca detrás, Fernando Alonso, que sigue empeñado en retrasar el día en el que se proclamará tetracampeón mundial. Para el propio Alonso, que sabe que, salvo una improbable conjunción astral y ayudas casi milagrosas, sumará un nuevo y amargo subcampeonato, el tercero de su cuenta personal. Y para el resto de pilotos y equipos, porque ven en 2014 un horizonte nuevo y esperanzador en el que puedan echarle mano al dominio de Red Bull.

Pero, sobre todo, está siendo una agonía para la afición. No es casual que los abucheos a Vettel se hayan incrementado en los últimos grandes premios. El alemán no cae mal ‘per se’; no es un deportista desagradable o poco amable con sus aficionados. Su sonrisa sólo desaparece en las escasísimas ocasiones en las que la maquinaria de su Red Bull ha fallado. El problema es que los aficionados a la Fórmula 1 empiezan a cansarse de ver siempre al mismo aplastando con semejante fuerza los intentos titánicos de sus adversarios, liderados por un Alonso que a veces más recuerda al mismísimo Cid. La actual afición de la Fórmula 1 parece haber olvidado el reinado de Schumacher, que regaló los mejores años de dominio de Ferrari y más de un bostezo a los que pedían emoción en pista.

Los números de Vettel asustan. El heredero natural del ‘Káiser’ superó a Alonso el domingo. En su corta carrera deportiva lleva 33 victorias, 41 ‘poles’, 20 vueltas rápidas y tres (prácticamente cuatro) títulos mundiales. Casi nada. En los trece compromisos del campeonato que se llevan en este 2013, Vettel ha sumado siete victorias, diez podios, cinco ‘poles’, cinco vueltas rápidas, y 394 vueltas en cabeza. Todo ello para sumar un total de 247 puntos. Raro sería que de los 150 que quedan en juego no sumara, al menos, 100.

Mientras tanto, en Ferrari es más de lo mismo que se ha visto en los últimos años. El impulso es bueno, el ánimo es el mejor posible y Alonso sigue manteniendo un nivel inmejorable. «El segundo puesto sabe casi como una victoria», afirmaba el piloto asturiano después de la carrera nocturna del domingo en Singapur. El problema es que ese «como una victoria», no es una victoria.

A pensar en 2014

Se abría un nuevo debate: ¿Debe Ferrari centrarse de una vez por todas en 2014 y dejarse llevar en lo que queda de campeonato? Había ciertos sectores de la afición ‘tifosi’ que opinaban que, a día de hoy, era contraproducente seguir quedándose a rueda de Vettel. Un fallo en Singapur habría obligado irremediablemente a los responsables de Maranello a mirar hacia el año que viene e intentar subsanar, con tiempo y desde la raíz, los posibles problemas de base con los que han comenzado en las últimas temporadas. Alonso, incluso, lo insinuaba con la boca pequeña: «La distancia con respecto a los líderes del campeonato ha aumentado y, aparte de felicitarles, porque se merecen estar donde están, debemos ser realistas, porque necesitaríamos tener muchísima suerte para ganar el título. Está claro que no podemos pensar en renunciar en este momento porque, si esa suerte llega, nosotros estaremos ahí». Este lunes, en palabras de Stefano Domenicali, Ferrari confirmó la decisión de pensar ya en la próxima campaña.

«Debemos reconocer que nuestros rivales han hecho un trabajo mejor que el nuestro y les felicitamos por ello, porque en el deporte hay que saber aceptar y reconocer cuando un oponente lo hace mejor que tú», afirma el jefe de la ‘Scuderia’ a la web del equipo, antes de ratificar ar lo que ya era un secreto a voces: se rinden. «Tenemos que dar un salto de calidad en todos los niveles, incluida nuestra metodología de trabajo y nuestros instrumentos de trabajo. Somos conscientes de ello y estamos trabajando para conseguir este objetivo, reforzando nuestra estructura técnica en las áreas que sea necesario, como demuestran las incorporaciones de las últimas semanas, y las que están por llegar. Ahora está claro que el 99% de nuestros ingenieros se centrarán en el proyecto de 2014, tan complicado como importante», explica un Domenicali que se ha rendido a la evidencia.

¿Es acertada esta decisión? Sólo si consiguen que merezca la pena. Los cambios de reglamento de 2014 se presentan como un soplo de vientos nuevos en la Fórmula 1, y Ferrari quiere aprovecharlos para acabar con el ciclo de un Vettel que, a día de hoy, es imbatible.