Un error de Caballero facilita el estreno del Valencia

Los numerosos cambios que se han sucedido a lo largo del verano en el mercado del fútbol obligarán a que la mayor parte de las aficiones se dediquen en las primeras jornadas a adivinar las posibilidades sus equipos. Así se encuentran tanto Valencia como Málaga, con entrenadores nuevos y con pocos conocidos en el césped, por lo que su estreno en la Liga se convirtió en un choque de incertidumbre.

La principal sorpresa consistió en el bloque sólido que presentó el equipo andaluz en defensa con gusto por el toque y el juego de pases a la hora de construir su ataque. El buen engranaje sorprendió a los blanquinegros durante su estreno en casa porque Schuster únicamente eligió a tres antiguos titulares en Mestalla (Caballero, Gámez y Santa Cruz) y un veterano (Duda) para dar batalla. El Valencia, obligado a tener la iniciativa por su puesto en la campaña pasada y por sus obligada ambición, se atoró en su propio dominio. A pesar de la intensidad, sus novatos temblaron con el balón y los pies y Banega no logró ejercer de timonel debido al marcaje de Tissone en el centro del campo.

El cambio en la tendencia del partido lo provocó de manera inesperada Caballero. El argentino, quien habitualmente transmite serenidad, erró en un saque de esquina al salir en busca de un balón colgado que no atrapó y cayó en los pies de Ricardo Costa. El defensa colocó en las redes ante la falta de oposición y aclaró el futuro a los de Djukic. El gol originó una variación de los polos. El Málaga, que había conservado la calma y la confianza sin que su portería se viera amenazada ofreció mayor inseguridad al tener que avanzar varios pasos en busca del empate. En cambio, el Valencia calmó sus nervios y con el marcador a favor se desplegó con mayor soltura y alegría en ataque a pesar de que Banega no terminó de dominar el centro del campo.

Sin embargo, ninguno logró sentenciar el choque. El Málaga contó con menos oportunidades de gol y el Valencia no consiguió crear ninguna oportunidad más. Al final, el choque intenso de dos equipos a un ritmo eleveado para la primera jornada de Liga se resolvió a favor de los anfitriones, aunque el Málaga se marchó con la sensación de que si no hubiera cometido un error habría empatado en Mestalla.