FÚTBOL

Una Liga sin hora fija

La locura de fechas de las tres primeras jornadas marcan el inicio de una competición devaluada

MADRID Actualizado: Guardar
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Solo once semanas después de que se pusiera fin a la temporada 2012-2013 comienza una nueva campaña, sin apenas tiempo para que los aficionados se olviden del fútbol. De todo ha habido en este periodo veraniego, que no ha sido precisamente reposado. La Copa Confederaciones, los procesos de los fichajes más mediáticos (Neimar, Isco, Villa,...), la recaída de Tito Vilanova y la posterior contratación de Tata Martino, el cruce de declaraciones entre Cristiano Ronaldo y Mourinho, las participaciones en europeos y mundiales de las selecciones inferiores, el partido amistoso de 'La Roja' ante Ecuador o la lista interminable de choques preparatorios a lo largo y ancho de todo el planeta (algunos productivos deportivamente, otros económicamente). Y, como puntilla negativa, el continuo runrún de apuestas ilegales y amaños de partidos en Primera y Segunda División y la falta, de momento, de decisiones contundentes por parte de la Liga de Fútbol Profesional, sin la toma de las esperadas y anunciadas sanciones deportivas (como el descenso de categoría) para algunos de los implicados, como Hércules o Racing de Santander.

Ya está aquí la Liga, lo anterior pasa a un segundo plano y los estados de ánimo cambiarán en apenas noventa minutos. Un mal resultado en la primera jornada puede hacer olvidar la racha triunfal de la pretemporada y cambiar las buenas sensaciones en pronósticos negativos, mientras que un comienzo positivo justificará todo lo criticado en los días anteriores.

Pero la competición española sigue pecando de los mismos defectos de los años pasados, acrecentados incluso por las penurias económicas de la mayoría de los equipos. La bicefalia es más indiscutible si cabe. El Real Madrid y el Barcelona fichan a las grandes estrellas del mercado sin miedo a gastar más de lo conveniente, mientras que el resto se ve obligado a vender a sus figuras e incorporan jugadores a coste cero o apurando al máximo los acuerdos entre clubes tras arduas negociaciones.

Este verano ha sido el de la fuga de los goles. Falcao, Fernando Llorente, Älvaro Negredo y Roberto Soldado se han marchado para sanear las cuentas de sus clubes y en busca de objetivos deportivos más ambiciosos en ligas más abiertas y de mejores condiciones económicas. Lo mismo han hecho otros como Jesús Navas, Iago Aspas, Medel o Cañas.

Entre tantas penurias, el Atlético de Madrid es el único que mantiene el bloque, pese a la pérdida de su figura colombiana, y el único con la aparente capacidad de aguantar a una distancia razonable a los dos grandes. Valencia, Sevilla, Málaga o Real Sociedad, entre otros, han visto marchar a hombres importantes y han invertido en opciones más baratas, buscando jugadores que den un buen rendimiento y puedan convertirse en futuras transacciones provechosas. Pero la igualdad que provoca la necesidad deja abierta a muchos la esperanza para luchar por las plazas europeas y también aumenta la cuenta de los que pueden meterse en la dramática pelea por el descenso.

Baile madridista

Si la 'Liga de las Estrellas' ha perdido el brillo de antaño y muchos aficionados han decidido mirar este año hacia otros torneos nacionales como la 'Premier', la Serie A o la Bundesliga, la locura de horarios de las tres primeras jornadas no ayuda a enganchar a los seguidores futboleros a una competición devaluada. El complicado cuadro de fechas y horas que alarga el fin de semana desde el viernes hasta casi la madrugada del martes, con duelos que comienzan a las once de la noche y otros que lo hacen a las doce de la mañana, incomoda a clubes e hinchas. Así, por ejemplo, el Real Madrid juega sus tres partidos en franjas horarias totalmente diferentes. Se estrena con el Betis en el Bernabéu a las 21.00 horas, el siguiente fin de semana viaja a Granada para jugar el lunes a las 21.00 horas (con el consiguiente lógico mosqueo de los simpatizantes nazaríes y de los hosteleros y comerciantes de de la ciudad, que ven cómo una de las grandes citas del año pasa a un día laborable). Para el segundo partido en casa, Ancelotti y los suyos deberán madrugar para activarse ante el Athletic de Bilbao, ya que la LFP ha decidido que el choque se celebre en la sesión matinal de las 12.00 horas. Demasiados cambios para unos aficionados cada vez más desencantados.