FÚTBOL

El fracaso de un proyecto

Mourinho se despedirá del Madrid marcado por los problemas para crear fútbol y sus planteamientos conservadores en las citas decisivas en Europa

MADRID Actualizado: Guardar
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Florentino Pérez fichó a José Mourinho y le concedió plenos poderes para acabar con la hegemonía del Barça y para ganar la ‘décima’ y, aunque el Real Madrid haya logrado arrebatar una Liga y una Copa a los azulgrana, el proyecto del técnico portugués ha fracasado. A expensas de la final de Copa del 17 de mayo, en tres temporadas el Madrid solo ha conquistado tres títulos de once, uno de ellos menor (la Supercopa, también al Barcelona), y se ha despedido en tres semifinales consecutivas de la Copa de Europa después de gastarse 138 millones en fichajes y disponer de uno de los mejores equipos de su historia.

La ‘era Mourinho’ no da para más. Tiene contrato hasta 2016, pero el portugués está deseando regresar al Chelsea, con el que ya ha negociado. A la espera de acabar la temporada y llegar a un acuerdo con el presidente para abandonar antes de tiempo y no tener que indemnizar al Real Madrid, Mourinho abre paso ahora a Carlo Ancelotti, el elegido para liderar una nueva etapa. Muy alejado el aún técnico italiano del PSG del ruido y de los caprichos del portugués que consiguió dividir al madridismo desde el primer curso y que cerrará su estancia en la casa blanca enfrentado a dos ídolos: Casillas y Sergio Ramos.

«Es duro pero la vida sigue y seguro que el fútbol nos depara un momento mejor en la CL (’Champions League’)», escribió este miércoles el futbolista sevillano mientras el equipo y sus aficionados intentaban digerir la eliminación de la noche anterior, con orgullo, pero con mucho dolor y rabia. En 2011, ante el Barça, la culpa fue de los árbitros, según Mourinho. En 2012, frente al Bayern, de la mala suerte de los penaltis. Y en 2013, contra el Borussia, los culpables fueron sus jugadores «por el pésimo partido de Dortmund», aunque también responsabilizó al juez (Howard Webb) «por dejar de ser árbitro para ser hombre y no expulsar a Hummels».

Con los evidentes problemas del Madrid para crear fútbol, con él tampoco ha llegado la ansiada ‘décima’ porque no lo permitieron sus planteamientos conservadores en las citas decisivas en Europa. Ante rivales dirigidos por entrenadores a quienes les gusta el fútbol valiente y que también le superaron a él tácticamente. Ocurrió en la ida ante los azulgrana en el Bernabéu (0-2) en la famosa noche del «¿Por qué?». También al año siguiente en el primer partido en Múnich (2-1) e incluso en el coliseo blanco cuando el Madrid se puso con 2-0, para echarse de nuevo atrás a defender y esperar al contragolpe que tanto gusta a Mourinho, lo que llevó a la prórroga.

A la tercera, en la eliminatoria que se perdió en Dortmund los alemanes desactivaron a Xabi Alonso y, con mucho más fútbol y agresividad que los blancos, arrollaron a base de presión, velocidad y eficacia. Con la defensa lastrada por la sanción de Arbeloa, Mourinho llevó a Ramos al lateral y también se encargó él de anular a Özil al desplazar al mediapunta a la banda derecha. En la vuelta no fue suficiente la épica del Madrid tras presumir de fútbol solo durante los primeros veinte minutos. «No es importante que yo esté aquí o no, porque lo importante es que el Real Madrid consiga la ‘décima’», admitió tras certificarse el adiós. Para no cumplir siquiera con una final de ‘Champions’ ha necesitado 15 fichajes -65 millones en dos jugadores (30 por Coentrao y 35 por Modric)-, y únicamente cuatro no han sido del técnico y mánager general, aunque también diese su visto bueno a Canales, Pedro León, Sahin y Varane.