COMPETENCIA

Bruselas bendice al gran regulador español

La queja de los operadores pica más alto: quieren que Europa dispense un trato similar a los 'nuevos monopolios'

MADRID Actualizado: Guardar
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La Comisaria Europea de la Competencia, Neelie Kroes, se ha mostrado convencida por los cambios que el Gobierno español se ha propuesto introducir en la nueva Comisión Nacional de Mercados y Competencia (CNMC) vía enmiendas del grupo Popular al proyecto de ley que se tramita en el Congreso. Pero hay reguladores y reguladores, y es importante distinguir los niveles, porque no todas las voces autorizadas que se han pronunciado estos días sobre la regulación han hablado de lo mismo.

El plan del Ejecutivo español, que levantó las suspicacias de Bruselas, ha concentrado en un solo organismo las funciones de supervisión y regulación, hasta ahora repartidas entre las comisiones de vigilancia de las telecomunicaciones, de la energía y de la competencia. Su diseño lo inspiró Telefónica, tal vez porque consideró que un regulador único tendría más tareas y ejercería menor presión sobre su sector.

Los cambios que el PP se propone introducir –y que han convencido a la comisaria Kroes- van en dos direcciones: el refuerzo de la independencia y el reparto de la capacidad normativa. Aunque el presidente y los consejeros del ‘superregulador’ seguirán siendo propuestos por el Ejecutivo, el Congreso podrá vetarlos.

La ‘nómina’ de consejeros de la CNMC se eleva a diez, con la idea de que la representación de las dos salas que se han de constituir, la de competencia y la de supervisión regulatoria, sea paritaria. Además, para evitar la ‘captura del regulador’ –algo así como el síndrome de Estocolmo del vigilante, que puede verse seducido por el regulado- se ha previsto un régimen de rotación de consejeros. Descendiendo al detalle, el nuevo gran regulador se va a hacer cargo de todas las funciones que actualmente desempeña la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones.

Pero la carga de profundidad que César Alierta, presidente de Telefónica, el primer operador español, ha relanzado con el altavoz del Congreso Mundial de Telefonía Móvil, va más allá de esta regulación nacional.

Las contradicciones

Alierta ha puesto en evidencia la contradicción de los límites que en el mercado interior están limitando a la operadora –dada su posición, y en aras de la competencia, el supervisor le obliga a que, cualquier lanzamiento comercial que realice pueda replicarlo otro competidor- cuando, en el ámbito europeo, los ‘nuevos monopolios’ –Apple, Google, Facebook- campan a sus anchas, pese a tener cuotas que rondan o superan el 90% del mercado.

Las operadoras de telecomunicaciones, ha recordado Alierta, son las que invierten y, pese a los ajustes, tratan de mantener los puestos de trabajo. La inversión o la apuesta por el empleo de los gigantes de internet “son irrelevantes”, ha acusado. No obstante, el presidente de Telefónica ha percibido que Europa “parece dar pasos en la dirección correcta”. La comisaria de Competencia, Neelie Kroes, pidió opinión a los operadores -aunque no a todos , porque Vodafone quedó al margen-, y lo hizo por vez primera el pasado junio. Por algo se empieza, y el camino hacia el mercado único digital europeo no será fácil, pero parece algo más factible.