David Ferrer conquista Buenos Aires

David Ferrer revalidó este domingo el título en el torneo de Buenos Aires, al derrotar en la final al suizo Stanislas Wawrinka por 6-4, 3-6 y 6-1. Treinta y cinco años después de que lo consiguiera el argentino Guillermo Vilas, Ferrer conquistó la corona en la tierra batida de Buenos Aires por segunda vez consecutiva, y se adjudicó así su segundo trofeo de la temporada tras el que ganó en enero en Auckland (Nueva Zelanda), sobre cemento.

El jugador alicantino, número cuatro del mundo, se impuso a Wawrinka en un partido intenso y cambiante que Ferrer dominó con solvencia en el primer set. Sin embargo, redujo ligeramente su nivel en el segundo y permitió la recuperación de Wawrinka, que incluso sorprendió al conseguir una ruptura en el comienzo de la tercera y decisiva manga. Pese a ello, el español reaccionó a tiempo y se llevó los últimos seis juegos seguidos, en una arremetida imparable ante el tercer cabeza de serie.

Con el de este domingo Ferrer ha ganado ya 20 títulos en su carrera, diez de ellos sobre tierra batida. «Estoy muy feliz. Es muy difícil conseguir dos títulos de un año para el otro, pero el tenis me sonríe, y estoy muy contento. Tengo muchísima suerte. Quiero disfrutar este momento», dijo Ferrer apenas concluyó la final. «Llegar a 20 títulos es difícil para un tenista. Jamás creí que podría alcanzar esa cifra, pero a veces los sueños se cumplen, más allá de lo que uno espera. Me siento un privilegiado por venir aquí, porque el público me trata como un jugador local. Solo en España me siento como aquí», declaró el alicantino, que aseguró que regresará a Buenos Aires el próximo año.

Wawrinka, 17 de la ATP, no pudo obtener su cuarto título como profesional, en lo que era su décima final en el circuito masculino, y dos años después de haber ganado su último trofeo, en Chennai (India), en enero de 2011. «Me tocó perder, pero David es un gran jugador y un amigo. Fue un gran partido y una buena semana para mí», señaló el suizo.

El éxito de Ferrer prolongó el dominio casi hegemónico de los representantes españoles en el torneo argentino, ya que han ganado las últimas cinco ediciones, con Tommy Robredo (2009), Juan Carlos Ferrero (2010), Nicolás Almagro (2011) y Ferrer (2012 y 2013) como campeones.

Con Nadal en Acapulco

Con el relieve que le da la presencia de Rafa Nadal, David Ferrer también participará esta semana en el Abierto Mexicano en Acapulco, donde el alicantino será el primer cabeza de serie y aspira a ganar el título por cuarta ocasión consecutiva. Desde que los organizadores del torneo garantizaron la presencia de Nadal a finales de 2012, la expectativa ha sido grande por ver al mallorquín en la pista de tierra batida de Acapulco, torneo en el que fue campeón en 2005. Tal ha sido la euforia de la presencia de Nadal, segundo favorito, que las entradas se agotaron con un par de semanas de antelación pese a que el estadio Mextenis, sede del torneo, incrementó en 700 localidades su aforo original, que era de 7.500 espectadores.

Nadal, de 26 años, ha estado alejado de las canchas siete meses debido a una lesión en la rodilla izquierda, hasta su reaparición en la gira latinoamericana, en la que ya ha jugado las finales de Viña del Mar y Sao Paulo. En Chile fue superado por el argentino Horacio Zeballos, mientras que en Brasil se coronó ante el también argentino David Nalbandian. «Estar en esta bonita gira latinoamericana me hacía mucha ilusión. He hecho dos grandes torneos después de tanto tiempo sin competir, aunque vamos a ser claros, aún no estamos al cien por cien. Pero estoy feliz de estar en Acapulco y espero hacer un gran torneo», dijo Nadal.

A pesar de todo el apoyo que tendrá Nadal, otro español se perfila para luchar por la corona, con grandes posibilidades de ganarla. Se trata de David Ferrer, que se ha adjudicado las anteriores tres ediciones del torneo y se presenta tras su victoria en la capital argentina. También participará Nicolás Almagro, como tercer favorito, y Fernando Verdasco (quinto).

Aunque la ciudad de Acapulco está considerada entre las más violentas de México, los organizadores del torneo y los gobiernos municipal y estatal buscan garantizar la seguridad de jugadores y asistentes con la presencia de 4.000 policías y militares durante el evento.