españa ante la crisis

Linde desvincula la corrupción de la recuperación económica

El gobernador del Banco de España augura que la reactivación se podría empezar a vislumbrar a finales de este año

MADRID Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El gobernador del Banco de España, Luis María Linde, ha considerado que los escándalos de corrupción "no benefician a la recuperación económica" pero tampoco la perjudican "de forma decisiva", y ha augurado que la reactivación se podría empezar a vislumbrar a finales de este año.

En coloquio organizado por el Círculo de Economía de Menorca, Linde ha considerado que la situación actual de la economía española es de "pronóstico reservado", y aunque "es mucho mejor que hace unos meses" el enfermo "debe seguir tomando las medicinas y no puede salir de noche de juerga, porque no se han terminado los ajustes para conseguir la plena recuperación".

Como dato positivo, ha adelantado que el déficit exterior por cuenta corriente a cierre de 2012 fue "cercano a cero", al situarse entre el 0,5 y el 0,6 % del PIB, mientras que ha previsto que en 2013 se consiga ya un superávit del 2 %. "Es cierto que estamos en recesión y se importa menos, pero hemos conseguido una ganancia enorme en productividad", ha subrayado.

De hecho, para el gobernador, en 2014 "se habrá recuperado toda la competitividad perdida entre el 2002 y el 2008". Además ha recordado que la reforma y recapitalización de parte del sistema bancario español "está cumpliendo los plazos, no hay retraso" a pesar de su complejidad, y ha calculado que hacia mediados de 2014 todo el proceso estará "enfocado y bien encarrilado".

Según Linde, "en España las cosas se están haciendo bien y con seriedad", como lo confirma que la economía española haya recuperado el acceso a la financiación exterior o que el Tesoro esté colocando deuda sin dificultad, aunque ha advertido de que esto "no significa que todos los problemas estén resueltos".

Por otro lado, ha subrayado que la recapitalización de los bancos mediante las aportaciones de dinero europeo tiene como objetivo "salvar los depósitos", y no "el capital de los dueños". "Esta es la finalidad esencial -ha añadido-, porque en casos similares las acciones no están garantizadas, pero los depósitos, sí". "Si no se entiende esto, no se entiende nada", ha subrayado.

Además, Linde ha afirmado que el Banco de España no ha dado ninguna instrucción ni ha puesto ninguna limitación a la remuneración de los intereses de los depósitos bancarios. No obstante, ha aclarado que la institución vigilará -"y, de hecho, así lo estamos haciendo", ha añadido- cómo retribuyen los bancos los depósitos de sus clientes, porque está obligada a aplicar las normas de Basilea a este respecto.

Respecto al problema de las participaciones preferentes, Linde ha afirmado que existen diversas soluciones en el marco de los acuerdos firmados con la UE para la recapitalización de las entidades, como los arbitrajes e incluso la vía judicial, y después se determinarán los canjes. "Por tanto -ha añadido-, no existe una única solución y la Unión Europea se mantendrá tutelando la aplicación". En el coloquio posterior a la intervención, Linde ha afirmado que si el sistema laboral de España hubiera sido más flexible en el pasado, se habría evitado, "no todo pero sí en parte", el desempleo.

Por eso, ha dicho, la reforma laboral aprobada por el Gobierno constituye un elemento positivo, ya que aporta flexibilidad, que a medio y largo plazo dará buenos resultados e influirá para que el crédito vuelva a fluir y evitar que no todo el ajuste se haga por la vía de los despidos. A su entender, España precisa una economía "más flexible, con capacidad de adaptarse a los cambios sin devaluaciones y con mayor disciplina fiscal".

En lo que se refiere al conjunto de la zona euro, ha recalcado que "hoy estamos mucho mejor que hace cinco meses, aún cuando con dificultades", y "la fase más aguda ya se ha superado", en gran parte gracias al anuncio del BCE de que estaría dispuesto a comprar deuda de los países de la zona euro, lo que disipó el temor de una salida de alguno de los miembros de la moneda única.