La actriz Hilary Swank. / Heinz-Peter Bader (Reuters)
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Hilary Swank y Mira Sorvino reinan en el Baile de la Ópera

Las actrices estadounidenses han acaparado todos los flashes en la alfombra roja del acto social más conocido de Viena

VIENA Actualizado: Guardar
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Las actrices Hilary Swank, Mira Sorvino y Gina Lollobrigida han sido las protagonistas del Baile de la Ópera de Viena con más brillo de estrella de las últimas ediciones.

Las estadounidenses Swank y Sorvino atrajeron todos los flashes en la alfombra roja del acto social más conocido de la capital del vals. "Me siento como cenicienta en un baile de cuento de hadas", declaró Sorvino poco antes a la prensa. "Espero ser capaz de bailar de forma correcta un vals", agregó la ganadora de un Oscar. La italiana Gina Lollobrigida se limitó a decir a su llegada a la ópera: "Me alegro de estar en Viena".

Si en ediciones anteriores Ruby Robacorazones, famosa por su relación con el primer ministro italiano Silvio Berlusconi, París Hilton o Pamela Anderson fueron las figuras de más relumbrón, este año los invitados más famosos han revalorizado la gala. La nota de color la ha puesto el diseñador de moda alemán Harald Glööckler, que llegó en un carruaje tirado por caballos y escoltado por seis pajes ataviados de época, en un homenaje a la época de la emperatriz Sisi.

Desde hace tiempo estaban agotadas las 5.150 entradas, con precios desde los 250 euros del acceso normal a los 18.500 que dan derecho a un palco privado, y se espera que los beneficios para la Ópera superen el millón de euros.

Debutantes

Tras la ceremonia de apertura llegó el momento de los 'debutantes', las 160 parejas de jóvenes que acuden a un baile por primera vez, y entre los que se contaba a Alexandra Burillo Alemán, nieta del fallecido presidente mexicano Miguel Alemán. Tras ellos y con los acordes del 'Danubio Azul' de fondo se anunció por fin el esperado "alles walzer" que abrió los 850 metros cuadrados de pista de la Ópera a los miles de asistentes.

Sorvino y Lollobrigida han sido invitadas al evento por un excéntrico empresario austríaco, mientras que Swank acudió gracias a la generosidad de una empresas austríaca de inversiones, que habría desembolsado 185.000 euros por traer a la estrella a Viena, según la prensa.

Quienes se han dejado ver menos que otros años son los políticos austríacos, ya que la nueva ley contra la corrupción que entró en vigor el año pasado prohíbe que acudan invitados por empresas con intereses privados.