Hamburguesa 'Big Mac' de Mc Donald's. / Ap
MACROECONOMÍA

El precio de la hamburguesa acusa la austeridad a ultranza

El llamado índice 'Big Mac' que elabora The Economist refleja los primeros efectos sobre los precios de los ajustes

MADRID Actualizado: Guardar
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El llamado índice 'Big Mac', que elabora el semanario The Economist para comparar de forma desenfadada el coste de la vida y la evolución de los tipos de cambio en los distintos países a partir de las variaciones del precio de la popular hamburguesa de McDonalds, comienza a reflejar los efectos de las políticas de austeridad a ultranza.

Según su última actualización, entre julio de 2011 y enero de este año los países de la periferia del euro sometidos a duros programas de austeridad al efecto de sanear sus economías o que han recibido asistencia financiera de algún tipo por parte de sus socios (Grecia, Irlanda, Portugal y España) han logrado situar el precio de este producto por debajo de la media de la moneda únic (3,59 euros). En España, el precio de esta hamburguesa se mantiene en 3,50 euros, según The Economist.

De ello, los analistas de Bruegel deducen que "el ajuste funciona no sólo para los costes laborales unitarios, sino incluso para los precios reales". En otras palabras, la llamada devaluación competitiva o devaluación 'fría' de las economías de estos países estaría en marcha y sus efectos ya habrían llegado a los precios de las hamburguesas.

De los países considerados periféricos de la moneda única sólo Italia -también sacudida por los recortes pero sólo ayudada de forma indirecta a través del Banco Central Europeo- sufrió un fuerte encarcimiento del producto estrella de la multinacional estadounidense.

El país más caro

El índice 'Big Mac' indica que Italia sería ahora el país más caro de la zona euro. Allí, la hamburguesa costaba en enero 3,85 euros, frente a los 3,6 euros de Francia y los 3,64 euros de Alemania. Puesto en porcentajes, el indicador señala que el precio del Big Mac italiano en julio de 2012 era un 2,9% superior al alemán, mientras que el mes pasado esa diferencia entre los dos países se había disparado al 5,7%. Bruegel cree que esas cifras -aún en caso de que el producto estuviera devaluado en Alemania- indican que el proceso de ajuste de la economía germana en el último medio año iría "en la dirección correcta", pero "no" en Italia.

Fuera de la zona euro, el precio medio de un Big Mac en Estados Unidos a comienzos de 2013 era de 3,22 euros. En China comer una de esas hamburguesas obligaba a desembolsar 1,9 euros; en Rusia, 1,79 euros; en Japón, 2,59 euros y en Australia 3,61 euros. El índice Big Mac no pretende ser científico. Su base es el estudio de un mismo producto elaborado con los mismos materiales en cualquier lugar del mundo, condición que la hamburguesa cumple sin discusión. Sus detractores, no obstante, sostienen que los diferentes hábitos alimenticios en los distitnos países lo invalidan.