afganistán

La OTAN pierde seis aviones tras el ataque talibán contra la base militar de Camp Bastion

La ISAF afirma que los atacantes estaban "bien entrenados" y que "vestían uniformes del Ejército estadounidense"

KABUL Actualizado: Guardar
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La misión de la OTAN en Afganistán (ISAF) ha reconocido hoy que perdió seis cazas en el transcurso del ataque talibán del viernes contra la base de Camp Bastion, donde está destinado el príncipe Enrique de Inglaterra. "Seis cazas AV-8B Harrier quedaron destruidos y dos sufrieron daños significativos. Tres puestos de carga de combustible también quedaron destruidos y seis hangares sufrieron algunos daños", ha explicado la organización militar en un comunicado.

La ISAF ha asegurado que el ataque comenzó el viernes por la noche y que estuvo "bien coordinado", y reconoció que los agresores, "al menos 15", se organizaron en tres equipos y lograron penetrar en el perímetro de la base en un punto. "Estaban bien equipados y entrenados. Vestían uniformes del Ejército de EE UU y estaban armados con rifles automáticos, lanzagranadas y chalecos explosivos", ha afirmado la ISAF en su nota. De acuerdo con la versión oficial, las tropas internacionales mataron a catorce insurgentes e hirieron a otro que fue detenido, mientras que en su bando murieron dos soldados y otras nueve personas -ocho militares y un civil- sufrieron heridas.

La base Camp Bastion, defendida por militares británicos y de EE UU, se encuentra en el distrito de Washer, en la conflictiva provincia de Helmand, uno de los bastiones de los insurgentes, que atribuyeron la acción a una "venganza" por el vídeo contra Mahoma. "Ha sido un acto de venganza contra el vídeo anti-islámico realizado en Estados Unidos", ha explicado un portavoz de las milicias insurgentes, Mohamed Yusuf Ahmadi. Los talibanes habían llamado a vengar el vídeo sobre Mahoma que ha generado amplias protestas en el mundo musulmán, aunque el gobierno afgano bloqueó Youtube para impedir su difusión y este viernes hubo solo pequeñas protestas en el este del país.

De acuerdo con medios británicos, en Camp Bastion está destinado el príncipe Enrique de Inglaterra, que resultó ileso, en la que es su segunda estancia militar en Afganistán, donde está en marcha el proceso de repliegue de las tropas internacionales. Los talibanes luchan por derrocar al Gobierno afgano y lograr la salida inmediata de las tropas internacionales desplegadas en el país con vistas a implantar un régimen fundamentalista islámico, como ya hicieron entre los años 1996 y 2001.