Morales se pliega a las demandas de los policías amotinados

El Gobierno de Bolivia ha anunciado que atenderá las demandas salariales de miles de policías amotinados, poco después de que cientos de ellos saquearan la sede de la Inteligencia y el Tribunal Disciplinario de la institución, muy cerca del despacho del presidente Evo Morales.

El ministro de Gobierno, Carlos Romero, ha dicho que el mandatario regresó anoche de Brasil, dos días antes de lo previsto, porque "tiene preocupación personal, directa", ante la toma de decenas de instalaciones policiales. "Nos ha instruido de manera expresa que se pueda trabajar, se pueda efectivizar la atención de los requerimientos de la Policía boliviana", ha explicado Romero en una breve comparecencia ante la prensa en el Palacio de Gobierno de La Paz, en la que no ha aceptado preguntas.

Romero ha pedido a los agentes sublevados "suspender las acciones de hecho", como la ocupación y saqueo de instalaciones policiales, o la quema de sus archivos, y ha afirmado que desde anoche hay un canal de diálogo abierto para buscar una solución al conflicto.

Un dirigente de los policías, Edgar Ramos, ha indicado que esperan que el Gobierno les haga llegar por escrito cualquier invitación a dialogar, con una propuesta concreta, mientras que Guadalupe Cárdenas, líder de las esposas de los agentes, ha agregado que solo aceptarán dialogar directamente con Morales.

Quema de archivos

Horas antes, cientos de agentes del rango inferior, acompañados por sus mujeres, saquearon y destrozaron la sede de la Inteligencia y el Tribunal Disciplinario de su institución, así como oficinas de Interpol, quemaron archivos y destruyeron ordenadores y muebles.

Los agentes, muchos armados y encapuchados, salieron del cuartel de la Unidad Táctica de Operaciones Policiales, que tomaron por la fuerza el jueves, desfilaron ante el Palacio Quemado, donde tiene sus oficinas Morales, y luego atacaron la sede de Inteligencia.