''Flashmob' en Berlín / Efe
medio ambiente

Río+20, otra oportunidad para remediar el planeta

Greenpeace ve posible un acuerdo sobre la protección medioambiental en aguas internacionales

MADRID Actualizado: Guardar
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Después de veinte años, el mundo intenta arreglarse en el mismo sitio donde comenzó a tener conciencia de que había qué hacer algo para que el hombre y su contaminación no acabasen con él. El lugar es Río de Janeiro, que marcó un antes y después en las cumbres climáticas. Dos décadas después, gobiernos, Naciones Unidas y lobbys de todo pelaje se vuelven a juntar en la ciudad carioca para celebrar la Cumbre de la Tierra (20-23 de junio) y la paralela Cumbre de los Pueblos (15-23 de junio). Greenpeace participará en ambas para intentar que los gobiernos se mojen de verdad en el cuidado del planeta, en promover la llamada ecología verde y que el desarrollo sostenible sea de verdad un hecho.

Porque los políticos se marcaron muchos objetivos tanto en Río como en Johannesburgo diez años después y no se han cumplido. Greenpeace saca la lista de los incumplimientos: mantener o restablecer las poblaciones de peces a niveles que puedan producir el rendimiento máximo sostenible para 2015, revertir la pérdida de biodiversidad para 2010 y establecer una red representativa de Áreas Marinas Protegidas para este año. Con el marchamo de ‘muy lejos del objetivo’ están el incremento de la contribución de las energías renovables en la producción total de energía eléctrica y proveer el 35% del consumo de los hogares africanos con energías modernas en veinte años y eliminar gradualmente para el año 2020, la producción y el uso de sustancias químicas que dañan la salud y el medio ambiente.

Y las emisiones de gases de efectos invernadero han crecido en casi un 40%. “Nuestro día a día es reclamar que se cumplan los compromisos los acuerdos firmados”, ha apuntado Miguel Ángel Soto, coordinador del área de Biodiversidad durante un encuentro con la prensa. Además de volver a insistir en las 40 medidas de la Agenda 21, de los compromisos incumplidos y de las promesas que se llevaron el aire, los ecologistas ven dos puntos probables de éxito. Por una parte, la creación de una agencia de la ONU (como Unicef o Acnur) para todo lo referente con el medio ambiente y el acuerdo sobre la protección de las aguas internacionales. Este punto es “fundamental” para la organización ecologista que pretende proteger la vida en alta mar y lugares de disputa, como el Ártico. El deshielo ha permitido a los barcos pesqueros de Islandia, Noruega y Canadá, entre otros, acceder con más facilidad a bancos de bacalao con total impugnidad. Precisamente estos países son los que más se han opuesto al acuerdo, pero Greenpeace se ha mostrado esperanzado de firmar un compromiso. Además, la organización espera una implicación mayor de Brasil para evitar la deforestación.