MATANZA EN UTOYA

Breivik bromeó tras la masacre para «calmar los ánimos»

Durante el primer interrogatorio "me habían ordenado que me quitara la ropa para fotografiarme y tensé un poco los músculos en ese momento. Intente ser divertido", dice

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El ultraderechista noruego Anders Behring Breivik ha asegurado este martes ante sus jueces en Oslo que si bromeó justo después de su arresto en la isla de Utoya, donde acababa de matar a decenas de jóvenes, fue para "calmar los ánimos". Durante el primer interrogatorio llevado a cabo en el lugar de la masacre del 22 de julio de 2011, Breivik posó en ropa interior "un poco como si fuera un culturista", explicó el mes pasado Oerjan Tombre, el policía que le interrogó.

"Me habían ordenado que me sacara la ropa (...). Tensé un poco los músculos en ese momento, para calmar los ánimos", ha dicho este extremista de derecha durante la jornada número 35 del juicio en su contra. "Intenté ser divertido pero no fui divertido. En esto tengo que hacer autocrítica", ha añadido.

Durante el juicio, un psicólogo ha declarado que entrevistarse con el ultraderechista en su celda fue como reunirse con Hannibal Lecter, el caníbal en la película de horror 'El silencio de los corderos'. El psicólogo Eirik Johannsen está convencido de que el extremista de derecha Anders está lo bastante cuerdo para ser considerado penalmente responsable de haber asesinado a 77 personas el año pasado en Noruega.

"Teniendo en cuenta su ideología no pienso que pueda ser tratado mediante una terapia o con medicamentos", ha recalcado el experto. "Se ha fabricado una identidad para convencer a otros extremistas de derecha y fascistas (de seguir su ejemplo), una identidad que no corresponde a lo que él es verdaderamente. Pero no en un sentido psicótico", añade.