Patxi López pide escuchar a los etarras que pidan perdón

El lehendakari, Patxi López, ha hecho hoy un llamamiento a los ciudadanos y partidos vascos a realizar "un esfuerzo colectivo para la concordia" con el objetivo de poner fin al ciclo terrorista, "acordando las bases de una nueva convivencia". López ha inaugurado esta mañana en Bilbao el Congreso sobre Memoria y Convivencia, organizado por el Gobierno Vasco en la sede de EiTB que, precisamente, fue objeto de un atentado con bomba de ETA, el 31 de diciembre de 2008 y donde hoy se han escuchado testimonios de víctimas del terrorismo.

En su intervención, el lehendakari ha reclamado la necesidad de escuchar el testimonio de los terroristas que han reconocido el dolor causado. López ha instado a "unir voluntades" y a "fortalecer" las cosas que les unen, "regulando las diferencias". Ha lamentado que durante años, "el silencio y la soledad" envolvieran "la tragedia de las víctimas en Euskadi", que vivían "con la sensación de ser negados por la sociedad a la que pertenecían" al comprobar, ha denunciado López, que "el grito de dolor" moría en su propia garganta y no llegaba a la gente que les rodeaba.

Sin embargo, también hubo quien se acercó a las víctimas y "gracias a ellos, hemos vencido al terrorismo", ha valorado López, porque, a su juicio, ETA no decidió poner fin a sus actividades terroristas como "una concesión graciosa", sino por la victoria de la resistencia social y la acción del Estado de Derecho.

Sin embargo, al término de esa intervención, Antonio Basagoiti ha rechazado que un congreso sobre convivencia deba contar con una presa de ETA porque, ha dicho, "no puede estar en primera línea de un acto público, ni ser ejemplo para los jóvenes vascos".

Las víctimas

En una mesa redonda posterior con víctimas del terrorismo, Iñaki García Arrizabalaga, cuyo padre fue asesinado por los Comandos Autónomos Anticapitalistas en San Sebastián en 1980, ha defendido la memoria "no con odio, venganza y rencor, ni como autoflagelación de la sociedad", sino para asumir el pasado y "no tropezar con la misma piedra en el futuro".

También ha prestado su testimonio Carmen Hernández, viuda de Jesús María Pedrosa, concejal del PP del Ayuntamiento de Durango (Bizkaia) asesinado por ETA en 2000, quien ha relatado tanto el asesinato de su marido como el acoso y las amenazas que sufrió en los años anteriores por parte del entorno radical de la localidad ante la "pasividad" de sus vecinos.

El tercer integrante de la mesa de víctimas, el funcionario de prisiones Joaquín Vidal, quien resultó herido en la cárcel de Sevilla en 1991 por la explosión de un paquete-bomba que mató a cuatro personas, ha hablado de la "generosidad" de las víctimas, pero con un arrepentimiento previo de los asesinos.