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El fin del mundo es independiente

Llega a los cines 'Take Shelter', la última película de muy bajo presupuesto sobre el miedo y el apocalipsis

MADRID Actualizado: Guardar
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El miedo se lo come todo. Se cuela en las conversaciones, en la política, en el interior de las casas y las oficinas. También en las salas de cine. En 2012, el año de la crisis que no acaba, las profecías mayas del fin del mundo y la perplejidad e inquietud social, el cine independiente pide la palabra para sugerir que el apocalipsis no tiene por qué aparecer en pantalla como una sesión de pirotecnia catastrofista a lo Roland Emmerich, sino como una oportunidad para hablar de la angustia del ser humano y del estado mental de una época marcada por la desesperación y la sensación de extravío.

El último ejemplo de las filtraciones del fin del mundo en los cines se llama 'Take Shelter', filme que se estrenó el miércoles y que empezó una carrera meteórica en el pasado Festival de Cannes, donde recibió dos premios de la Semana de la Crítica y se posicionó como una de las cintas más aclamadas del año pasado. La película de Jeff Nichols ('Shotgun Stories', 2010) se suma a los últimos títulos indies que se valen del mito de la hecatombe final para, desde la economía de medios y los presupuestos ajustados, convencernos de que lo interesante es la actitud de las personas frente a la solución final y no la forma de la misma. Lo que pesa es la emoción, no tanto la escala del meteorito.

Lars y compañía

En noviembre pasado se estrenaba 'Melancolía', la ópera trágica y romántica de Lars von Trier, que una vez más trataba de lidiar con su depresión; poco antes lo hacía 'Another Earth', ópera prima del realizador Mike Cahill y premiada en Sundance, que trataba no tanto sobre el fin del mundo como de la hipótesis de un mundo paralelo a la Tierra, pero que se apunta a la oleada de cine indie que explora la ansiedad contemporánea en clave de ciencia ficción y/o cataclismo seudocientífico. Ahora es el turno de 'Take Shelter', que vio cómo 'The Artist' le arrebataba la gloria en los Oscar del cine indie, los Independent Spirit Awards, que prefirieron premiar al optimista filme francés que a una película sombría e inquietante que nos habla no de los felices tiempos pasados, sino sobre un hoy incómodo. 'Take Shelter' es un filme sobre la ansiedad y la cultura del miedo y, quién lo duda, hay temas infinitamente más agradables.

El mundo se acaba también en '4:44 The Last Day on Earth', de Abel Ferrara, sin fecha de estreno en España. Este ensayo en el interior de un loft de Nueva York pone a Willen Dafoe y Shanyn Leigh frente al final de la civilización entre litros de pintura, comida china, conversaciones por Skype y mensajes del Dalai Lama. Entre lo bochornoso y lo valiente, el director de 'Teniente corrupto' busca los intentos de comunicación con el 'otro' en los momentos previos a la catástrofe. Para acabar, una comedia: 'Seeking a Friend for the end of the world', con el humorista Steve Carrel y la británica Keira Knightley en una suerte de 'Virgen a los 40' pre-apocalíptica, que se estrenará el próximo verano.

Y es que todo este asunto del fin del mundo está en el aire. Como ha reconocido Jeff Nichols a propósito de 'Take Shelter': "Cuando empecé a escribir el guion en 2008, parecía como si todo estuviera apunto de hundirse: nuestro gobierno estaba a punto del colapso, el dólar se iba por el retrete, Islandia entró en bancarrota, sin mencionar el derretimiento de los polos. Sentía como si existiera ese miedo persistente y palpable. Algo que todo el mundo podía reconocer", confesaba Nichols a Indiewire en septiembre de 2011. ¿Quién no temía a un 2012 feroz?

El refugio

En 'Take Shelter', Curtis (Michael Shannon) es un ingeniero que vive en un pequeño pueblo de Ohio, con su mujer (Jessica Chastain) y su hija pequeña, que padece una enfermedad que la ha dejado sorda. Curtis comienza a sufrir pesadillas y alucinaciones apocalípticas, que irán descomponiendo el delicado equilibrio de su realidad. Sueña con tormentas, pero las tormentas están tanto dentro como fuera de él. Y en esa ambivalencia se mueve la película, que aborda la paranoia individual y la social.

Como hizo Lars von Trier en 'Melancolía', poniendo el foco sobre la depresión de su protagonista frente al fin de los tiempos, 'Take Shelter' también se ocupa de la enfermedad mental de su personaje central, que decide construir un refugio para su familia en el jardín trasero de su casa.

La furia de la naturaleza es convertida en pesadilla en 'Take Shelter' y transformada en un personaje central, tanto como la sombra de la debacle económica. Realizada con apenas 5 millones de dólares de presupuesto (que en EE UU es como hacer una película con las sobras de las pipas), el filme asume, como sus compañeras, una envidiable manera de aprovechar sus recursos y armar un filme donde no se echa en falta nada, pero donde se habla a escala humana de lo que constituye el estado mental contemporáneo: la crisis social y el miedo del hombre y la mujer común.