El parque de las Fragas do Eume, asolado por un incendio

Continúan las labores para tratar de extinguir el fuego que está asolando el parque natural de As Fragas do Eume, enmarcado en el municipio coruñés de A Capela, una zona de alto valor ecológico. De hecho, el concejo registra ya dos incendios: uno en la parroquia de Cabalar que está controlado y que ha calcinado, según las primeras estimaciones, unas 100 hectáreas; y el que afecta al parque natural de las Fragas do Eume, que sigue activo y que ya ha arrasado unas 750 hectáreas de monte, de las cuales 500 se corresponden con superficie arbolada.

El fuego declarado a las 15.16 horas de este sábado en la parroquia de A Capela, en el ayuntamiento homónimo, permanece activo con la declaración de nivel 1, como medida preventiva. Según el último parte de Medio Rural, en la zona trabajan dos técnicos, 14 agentes forestales, 21 brigadas, 12 motobombas, tres palas, cinco helicópteros y cuatro aviones.

Además, se han movilizado hasta la zona un total de 275 efectivos de la Unidad Militar de Emergencias, que trabajan por turnos, y que están apoyados por 18 automotobombas, cuatro camiones cisterna y unos 100 vehículos de comunicaciones y apoyo. En total son cuatro elementos de intervención pertenecientes al Batallón de Intervención en Emergencias V, con base en León. El incendio obligó a desalojar ayer a unas 200 personas de sus casas en las aldeas de O Coto, Vilariño, A Ribeira y Teixido, en A Capela, donde inicialmente se detectó el primer frente.

Calma relativa

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha afirmado que el incendio que se registra desde este sábado en las Fragas de Eume ha sido intencionado, y ha condenado el acto "criminal" de prender fuego a lo que es "el patrimonio más valioso que tenemos".

Más cauta ha sido la conselleira de Medio Rural y Mar de la Xunta, Rosa Quintana, ha señalado este domingo que existe una "tranquilidad relativa" respecto a la evolución del gran fuego forestal de las fragas do Eume, ya que por ahora se ha controlado su perímetro. La conselleira ha explicado que están trabajando técnicos del Seprona y de incendios en la investigación de las causas de este fuego forestal y, mientras no concluyan las indagaciones, no se puede adelantar nada sobre su hipotética intencionalidad. Sin embargo, ha apuntado a que la "sensación que tienen los vecinos" de que el incendio ha sido provocado es "la que en estos momentos tenemos todos".

Ha recordado las adversas condiciones meteorológicas de ayer, en que comenzó el fuego, con un alto nivel de sequía y el viento que soplaba, "y que, de repente, aparezcan tres incendios en la misma zona al mismo tiempo...decir que es casualidad es mucho decir, pero bueno, vamos a dejar a los técnicos que trabajen", ha apuntado. "Creo que lo peor ya pasó", ha señlado la conselleira, que ha indicado que en estos momentos prácticamente lo que es el perímetro del incendio está controlado", pese a que sigue habiendo focos de fuego dentro del perímetro.

No obstante, la situación es de "tranquilidad relativa", puesto que si está controlado el fuego en el perímetro del incendio, y "somos capaces de que no se nos escape, ya estamos un poco más tranquilos". "Están trabajando muy bien los medios aéreos contra el incendio, pero no lo damos ni por controlado ni por extinguido", ha dicho la conselleira.

En estos momentos trabajan en la zona numerosos medios aéreos, ya que se trata de una zona muy escarpada con barrancos y de difícil acceso para que entren motobombas. El parque natural de las fragas, señaló, ocupan cerca de diez mil hectáreas, cuando las afectadas hasta ahora son unas 750, y no todas se corresponden con el parque natural.

Parroquia de Cabalar

Por otro lado, está controlado otro fuego forestal en este mismo ayuntamiento, en la parroquia de Cabalar, pero que, según han explicado fuentes de Medio Rural, es "independiente" del otro incendio y no afecta al parque natural. Este incendio forestal comenzó sobre las 17.57 horas de este sábado, y, según las primeras estimaciones, ha arrasado unas 100 hectáreas. En su extinción trabajan tres agentes forestales, cinco brigadas y seis motobombas y un helicóptero.