El magistrado, En El Banquillo

Las tres causas de Garzón

El magistrado ha sido inhabilitado once años por las escuchas del caso 'Gürtel', absuelto por investigar los crímenes del franquismo | La causa por los cursos en Nueva York fue archivada

MADRID Actualizado: Guardar
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El Tribunal Supremo ya ha resuelto las tres causas del juez Baltasar Garzón con la justicia. La última decisión ha sido la absolución por seis votos contra uno por investigar los crímenes del franquismo. Antes, el Supremo decidía inhabilitar al magistrado durante once años por el caso de las escuchas de 'Gürtel'. Posteriormente el juez Manuel Marchena archivó la causa referente a los cursos que impartió entre 2005 y 2006 en Nueva York.

En el caso de los crímenes el franquismo, el juez se enfrentaba a una petición de 20 años de inhabilitación por un delito de prevaricación que le imputaban el sindicato ultraderechista Manos Limpias y la asociación Libertad e Identidad. ¿La razón? Se declaró competente para investigar a los desaparecidos durante la dictadura. La defensa de Garzón y la Fiscalía se han apoyado en la doctrina 'Botín' para pedir la anulación del juicio. "Ni Manos Limpias está legitimada ni el delito de prevaricación se encuentra entre aquellos que pueden sostenerse por una acusación popular", comentaba el abogado del juez, Gonzalo Martínez-Fresneda. Además, se pidió la nulidad de todas las actuaciones del juez Luciano Varela porque el instructor del Supremo rechazó un primer escrito del pseudosindicato por defectos de forma y, después, sugirió cómo corregirlo. Para la defensa de Garzón, lo que hizo Varela fue "asesorar" a la acusación popular hasta el punto de que Manos Limpias hizo un "copia y pega" del auto del magistrado en el que abrió juicio oral.

La absolución de nada sirve a efectos de su futuro en la judicatura tras el fallo del Supremo por las escuchas a los abogados de la trama 'Gürtel'. El Alto Tribunal dictaba sentencia y decidía inhabilitar a Baltasar Garzón durante once años, acabando con su carrera -tiene 56 años-. De poco sirvieron los argumentos que la defensa utilizó durante las distintas sesiones de un juicio que ha acaparado una gran atención por parte de los medios de comunicación y la sociedad. El magistrado, que fue juzgado por prevaricación y violación de las garantías procesales tras autorizar que se grabaran en la cárcel las conversaciones entre los tres principales imputados del ‘caso Gürtel’ y sus abogados, argumentó que ordenó las escuchas porque tenía indicios de que la trama corrupta quería blanquear capitales con la ayuda de sus letrados. Un supuesto que el instructor del Supremo, Alberto Jorge Barreiro, negaba. La sentencia la semana pasada le dio la razón.

Al menos, el juez habrá acogido con buena cara el archivo de la causa referente a los cursos en Nueva York. Se trata de unas conferencias que el juez dirigió, entre 2005 y 2006, organizadas por el Centro Rey Juan Carlos de la Universidad de Nueva York. La querella, impulsada por los letrados José Luis Mazón y Antonio Panea, mantiene que Garzón se habría beneficiado del dinero que el Banco Santander aportó para financiar los cursos y pedía cinco años de prisión para el magistrado. Tras regresar de Estados Unidos y reincorporarse a sus labores profesionales, una de las querellas de las que el juez estrella se hizo cargo acusaba a varios directivos del Banco Santander de apropiación indebida de la sociedad SCI Gestión. En un auto del 27 de noviembre de 2006, Garzón decidía archivar la causa, previo informe favorable del fiscal. La supuesta relación entre ambos hechos bastó para que la acusación presentara una querella. Aunque tanto el Banco Santander como la Universidad de Nueva York niegan que se haya efectuado pago alguno, el juez instructor, Manuel Marchena, pidió un informe sobre las cuentas bancarias y el patrimonio del juez por las "contradicciones e inexactitudes" de Garzón durante su declaración como imputado. Finalmente, el juez ha archivado la causa al entender que el delito de cohecho impropio que se le imputaba al magistrado ha prescrito.