CRISIS del euro

Bruselas condiciona la relajación del déficit a España

La Comisión, que prevé una caída del PIB del 1% este año, quiere ver primero los presupuestos del Gobierno

CORRESPONSAL EN BRUSELAS Actualizado: Guardar
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La Comisión Europea prevé un año difícil para España, pero se muestra menos pesimista que otras instituciones. El Ejecutivo comunitario pronostica que el PIB se contraerá un 1% este ejercicio frente al 1,7% calculado por el FMI. Aunque la estimación de Bruselas no incluye los ajustes que el Gobierno de Mariano Rajoy adoptará en los próximos meses, la predicción resta fuerza a la petición española de flexibilizar el objetivo de déficit por el impacto de una nueva recesión. En este sentido, el comisario de Economía, Olli Rehn, ha asegurado que escucharán a España, pero supeditó cualquier rebaja a la presentación de los presupuestos.

Sin embargo, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, ha asegurado hoy que España debe seguir con su objetivo de consolidación fiscal, ya que cualquier retroceso en este aspecto "tendría una reacción inmediata en el mercado", como un alza de la prima de riesgo y el encarecimiento del crédito. En una entrevista publicada por The Wall Street Journal y recogida por Efe, el presidente del BCE ha hecho esta consideración en respuesta a una pregunta acerca de si los objetivos de déficit de España y Portugal podrían ser más flexibles si ambos países llevan a cabo las reformas estructurales necesarias. A este respecto, Draghi ha indicado que "la consolidación fiscal es inevitable en la configuración actual", y que "compra el tiempo necesario para las reformas estructurales".

"Dar marcha atrás en las metas fiscales provocaría una reacción inmediata en el mercado. Los diferenciales soberanos y el costo del crédito subirían", ha señalado el presidente del BCE, quien cree que en Europa "no había ninguna alternativa a la consolidación fiscal".

Las nuevas previsiones de Bruselas indican que la primera mitad de este año será la más dura para la economía española. Según su cálculos, el primer trimestre se cerrará con un retroceso en el PIB del 0,7%, lo que confirmará la entrada del país en recesión al sumarse a la contracción registrada en la recta final de 2011. La situación empezará a mejorar en verano con una caída más moderada (-0,1%) que permitirá cerrar el año en el umbral de los datos positivos. Tanto las predicciones del FMI como las del Banco de España dibujan un panorama mucho más complicado. La entidad supervisora nacional eleva hasta el -1,5% la caída global para todo el ejercicio.

Rajoy aguardaba los cálculos de la Comisión para utilizarlos como base para elaborar los presupuestos, que se presentarán a finales de marzo. El Gobierno también había anunciado que confiaba en que estas previsiones más negativas sirvieran para que se flexibilizara la senda de reducción del déficit. Según las exigencias todavía vigentes, España debería cerrar este ejercicio con un desfase en las cuentas del 4,4%, lo que obligaría al Ejecutivo a poner en marcha un recorte colosal de 40.000 millones.

El comisario de Economía se ha mostrado dispuesto a analizar la petición española, que podría unirse a la de otros países, pero ha dejado claro que necesita más datos para poder tomar una decisión. “Espero que las autoridades españolas compartan toda la información relevante sobre el resultado del presupuesto del año pasado y los motivos del desvío fiscal”, ha indicado Rehn en referencia al déficit del 8% -muy por encima del pactado con Bruselas- previsto para 2011. Esta postura pospone cualquier revisión de los límites de gasto hasta abril y obliga al Gobierno a elaborar las presupuestos bajo presión sin conocer exactamente esta variable.

Contracción general

Según los cálculos de Bruselas, la economía española ya ha recaído en la recesión por segunda vez durante esta crisis, tal y como ha anticipado el Gobierno, ya que retrocedió un 0,3% en el último trimestre de 2011 y se contraerá un 0,7% más entre enero y marzo. La recesión seguirá durante el segundo y tercer trimestres de 2012 (con caídas del 0,3% y el 0,1%, respectivamente), mientras que en el último trimestre la economía estará estancada (0%).

En un plano más general, las estimaciones vaticinan que la zona euro se contraerá un 0,3% este año frente al crecimiento del 0,5% calculado el pasado otoño. Italia, al igual que España, se lleva una de las peores previsiones con una caída del 1,3%. En el polo opuesto, se encuentran Alemania y Francia que registrarán crecimientos moderados. En el caso germano, ascenderá al 0,6% con una aceleración prevista en la segunda mitad del ejercicio. Fuera de la moneda única, se pronostican resultados más optimistas. Bruselas no ha alterado sus estimaciones para Reino Unido, que acumulará también un incremento global del 0,6%.

Rehn ha explicado que Europa se enfrenta a una “recesión moderada”. A su juicio, la confianza puede recuperarse “más rápido de lo esperado” si los gobiernos actúan con determinación. El responsable finlandés considera clave que acabe de solucionarse la crisis griega, así como el aumento de los cortafuegos para proteger al resto de socios de la moneda única. A este diagnóstico se añade una apuesta más decidida por el crecimiento, pero sin minar la estrategia prioritaria de austeridad en las cuentas públicas.