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Siria: la ONU simbólica

MADRID Actualizado: Guardar
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A falta de una resolución ad hoc del Consejo de Seguridad sobre la situación en Siria, vinculante por definición, varios Estados árabes presentaron un texto casi idéntico a la Asamblea General de la ONU, que lo aprobó hoy por 137 votos contra y 17 abstenciones. Como la Asamblea está integrada por 193 países se entiende que 39 gobiernos no tomaron parte en la sesión.

Técnicamente hablando los mentores del texto y sus aliados alcanzaron el objetivo político y diplomático perseguido: probar al mundo que una abrumadora mayoría aritmética del mundo condena al régimen sirio y deplora su conducta de brutal represión de la revuelta social a que se enfrenta.

Pero en este registro, lo que puede ser -y fue el sábado día cuatro- un veto de quienes tienen el poder de ejercerlo en el Consejo, Rusia y China en el caso presente, es una especie de plebiscito internacional que la oposición siria gana por goleada. Con el inconveniente de que no tiene otro valor que el político y moral porque la Asamblea General, donde no hay derecho de veto, es, en realidad la ONU simbólica. Pero no es poca cosa.

Matices varios

Lo primero que llama la atención es la dirección del voto de cada cual, que, tras un rápido repaso, confirma lo presentido (la gran mayoría de condenas del régimen), la hostilidad muy minoritaria a tal condena (Cuba, Venezuela, Irán, Líbano, Norcorea…) y, lo que importaba más, la actitud rusa y china.

Moscú y Pekín (y siempre por este orden porque ciertamente la beligerancia en la oposición al plan onusiano es más neta y está más protagonizada por la Federación Rusa que por China) mantuvieron su hostilidad en nombre del sacrosanto principio de no interferir en asuntos internos de terceros y de respetar su soberanía nacional. Pero ha habido ciertos síntomas de cambio.

La diplomacia rusa, de hecho, se mostró mucho menos rotunda en la negativa de hoy que en el debate del Consejo de Seguridad y ha examinado el llamado "plan árabe" (porque la Liga Árabe lo redactó y aprobó en El Cairo el domingo día 12) con cierto interés y se dice que con pocos retoques más podría haberlo aceptado. En cuanto se acercara a su propio plan, que también contiene elementos centrales de la propuesta árabe: fin de la violencia de todos, no exigencia de dimisión inmediata del presidente al-Assad, desenlace pactado en una negociación de los actores políticos en presencia, asistencia externa a la negociación con la eventual presencia de "cascos azules" si se acuerda…

La actitud norteamericana

Washington sostuvo a fondo el proyecto lo mismo en el Consejo que ahora en la Asamblea pero en ambos casos dejó hacer a quienes lo patrocinaron y lo vendieron: la mayoría abrumadora (aunque no la totalidad) de los miembros de la Liga de Estados Árabes por inspiración y liderazgo de Catar, el pequeño pero incansable emirato cuyo ministro de Exteriores, que es también primer ministro y miembro de la familia real, Hamad bin-Jassim al-Thani, preside el comité de la organización para el conflicto sirio.

En la decisión de trasladar el intento del Consejo a la Asamblea, como sucede cuando se eleva un dossier políticamente delicado a un órgano de las Naciones Unidas (comité de derechos humanos, UNESCO, AIEA…) el papel norteamericano ha sido, en cambio, menor. La razón es sencilla: en algunos de esos foros es posible encontrar consensos y mayorías que los Estados Unidos condenan. Y el caso palestino es proverbial.

Los norteamericanos vetaron en enero del año pasado una resolución que los otros catorce miembros aprobaban condenando la política israelí de colonización de tierra palestina y amenazaron con hacer lo mismo si se presentaba otra en octubre pasado pidiendo la estatalidad para los territorios ocupados en sus fronteras de 1967. Ahora no es imposible que la dirección palestina termine por elevar a la Asamblea General el asunto y Washington afrontará una segura derrota, como sucedió ya en la UNESCO.

Fuera de tiempo

A la pregunta lógica de qué puede cambiar realmente tras la votación se puede responder que lo sucedido aísla más al régimen sirio, complica un poco su relación privilegiada con Pekín y Moscú, porque el debate pre-votación ha suscitado en estas capitales matices y consideraciones impensables hace un par de meses y da moral a los combatientes.

El criterio chino está siendo particularmente examinado con atención porque claramente, y contra su costumbre, en Pekín no han ahorrado los gestos para probar que les preocupa y desean dejar clara su posición. Así, y esto es muy infrecuente, Dai Bingguo, un "consejero de Estado" considerado como el cerebro de la política exterior china y que mantiene su influencia desde hace largos años, llamó a Hillary Clinton por teléfono para decirle que aunque mantiene su principio de no ingerencia en asuntos de terceros es porque considera que en lo esencial la crisis es un conflicto interno (…) que requiere una solución política que puede ser viable a través del plan de los árabes (…) y que Zhai Jun, viceministro de Exteriores, visitará Damasco este fin de semana. Un dato relevante si se recuerda el perfil bajo de Pekín en Oriente Medio.

Incluso Moscú estaría sopesando un texto nuevo y más general que pudiera pasar el Consejo de Seguridad, según indicó el martes el ministro francés de Exteriores, Alain Juppé. Rusia tiene intereses estratégicos directos y concretos en Siria (como la gran base naval de Tartus, en suelo sirio y a disposición de la flota rusa desde hace más de 30 años) además de ciertas obligaciones derivadas del Tratado de defensa y cooperación firmado con Mosú en los días de Hafez al-Assad.

En estas condiciones Moscú y Pekín intentarán acreditar que hay un cierto esfuerzo del régimen por fomentar un desenlace político. Técnicamente es verdad porque está convocado un referéndum constitucional para aprobar una nueva Constitución pluripartidista que da por abolido el monopolio político del partido Baas y que prevé un proceso electoral limpio.

Pero es tarde para eso y las iniciativas llegan, como en algunas competiciones deportivas, fuera de tiempo…De hecho, la reacción norteamericana el miércoles calificó el anuncio de chistoso …