Ejemplos como el de Ferguson (Manchester United) o Wenger (Arsenal) son una utopía en el panorama nacional actual. / Ap
FÚTBOL

Sin paciencia ni memoria

Guardiola y Emery son los entrenadores con más pasado en Primera División tras la destitución de Manolo Preciado

MADRID Actualizado: Guardar
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El fútbol no tiene memoria. A orillas del Cantábrico dieron buena cuenta de la poca o nula validez de recuerdos en este deporte. Quizá fuera quien menos se merecía el castigo pero es bien sabido que los resultados marcan el porvenir del cargo más inestable en el organigrama de funcionamiento de un club. Es el drama del fútbol, pero el tópico recoge que siempre es ‘más fácil echar a uno que a veinte’.

Todo esto lo sabe muy bien Manolo Preciado después de que esta semana fuera destituido como técnico del Sporting de Gijón tras seis temporadas consecutivas en El Molinón. «Necesitaría siete vidas para agradecer todo el cariño recibido durante estos años. Lamento si hice algo mal, seré de este equipo hasta que me muera». El cántabro se fue de un club al que enderezó, sacó brillo y empujó a Primera para firmar salvación tras salvación. No hay espacio para el sentimentalismo y el fútbol lo devora todo.

Nadie acumulaba más tiempo al frente de un banquillo de élite en España. Actualmente Pep Guardiola y Unai Emery, en su cuarta temporada en Barcelona y Valencia, son los entrenadores con más pasado en Primera División. El primero, pese a ser quien más títulos le ha dado al club catalán, hace depender su continuidad al ‘feeling’ con el vestuario y renueva año tras año. El segundo necesita ganarse temporada tras temporada su continuidad y aún sin gozar con el apoyo total de la granda, los resultados le avalan ya que en los dos últimos cursos ha situado al Valencia como el tercer mejor equipo de España.

En los últimos 25 años, solo Johan Cruyff, ocho temporadas en el Barça, Javier Irureta, siete en el Deportivo, y Víctor Fernández, siete en el Zaragoza, han resistido más en el cargo más inestable por antonomasia. Cifras inimaginables en el panorama nacional actual, donde la veteranía ya no es un grado. Ilustres como Juan Urquizu en el Athletic (1940-47), Alberto Ormaechea en la Real Sociedad (1978-85) o Pedro Mari Zabalza como preparador de Osasuna (1986-1994) marcaron también registros que hoy en día parecen de ciencia ficción

Hasta el blanco y negro habría que viajar para encontrar al técnico que más tiempo estuvo en un equipo en España: Miguel Muñoz, 15 años en aquel Real Madrid ‘yeyé’ de principios de los 60. Un equipo de leyenda con el que conquistó 2 Copas de Europa y 9 títulos de liga. Su permanencia en el banquillo de Chamartín fue todo un logro personal. La impaciencia de Santiago Bernabéu con los entrenadores -10 en sus primeros 16 años como presidente- hizo pensar que el ciclo de Muñoz no sería muy largo.

Cosechó éxitos y éxitos hasta que cambió el signo de los resultados. El 15 de enero de 1974 dejó el cargo al sentirse el máximo responsable de una temporada que caminaba por un camino peligroso, con el equipo a cuatro puntos del colista. Mientras, el Barcelona crecía gracias a un futbolista holandés llamado Johan Cruyff. La estadística le recuerda como el primer español en ganar la Copa de Europa como jugador y entrenador. La memoria popular, como uno de los mejores entrenadores nacionales de la historia.

El eterno Alex Ferguson

Números de otra época. Impensable en estos tiempos que corren. Cifras de cuando el fútbol tenía mucho de romanticismo. Ejemplos como el del eterno Alex Fergusón, un cuarto de siglo en el Manchester United, son una utopía para cualquier entrenador. También en Inglaterra permanece Arsene Wenger, 16 campañas en el Arsenal, para dar reflejo al ejemplo de fe y continuidad en un vestuario. Técnicos que ejercen, o han ejercido, como padres futbolísticos de algunos de los jugadores más renombrados de Europa y a quienes les deben gran parte de sus éxitos profesionales.

Otro trabajador de los banquillos: Valeri Lobanovsky soportó 21 años entrenando al Dinamo de Kiev en dos etapas (1974-1990 y 1997-2002) hasta que falleció tras sufrir un accidente cerebrovascular. El ucraniano fue un héroe en su país tras lograr el título de la Recopa en 1975, primer trofeo europeo para el conjunto soviético. El entrenador del Werder Bremen Thomas Schaaf representa perfectamente la idea de ‘hombre de la casa’. Criado en las categorías inferiores como futbolista dio el salto al primer equipo en 1970 para, ya desde los banquillos, ejercer como director del equipo filial desde 1995 y, ya en 1999, entrenar al primer equipo.

Pese a estas abrumadoras cifras en los técnicos del viejo continente, la auténtica leyenda pegada a los banquillos es el francés Guy Roux: nada más y nada menos que 44 años estuvo al frente del Auxerre (1961-2005). Un relato que hace apología de la paciencia y la perseverancia. Todo un mito.