revueltas en el mundo árabe

Rusia, último valedor de El-Asad

Sigue armando y defendiendo al régimen, pese a las crecientes presiones de Occidente y la animadversión de la oposición siria

NACIONES UNIDAS Actualizado: Guardar
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Rusia se ha quedado sola en el papel de valedor del líder sirio, Bachar El-Asad, al que sigue armando y defendiendo contra viento y marea, pese a las crecientes presiones de Occidente y la animadversión de la oposición siria.

"La política rusa no consiste en pedir a alguien que dimita. Los cambios de régimen no son nuestra profesión", ha manifestado Serguéi Lavrov, ministro de Exteriores ruso. Ha justificado así el empecinamiento ruso a la hora de oponerse una y otra vez a la adopción de una nueva resolución en el Consejo de Seguridad de la ONU contra Damasco, por temor a que allane el camino para una intervención exterior en el país árabe. "Si le exigen que se vaya y no se va. ¿Qué se hace? ¿Se llama a la aviación? ¿Se bombardea? Esto ya lo hemos vivido y el Consejo de Seguridad nunca lo aprobará. Esto se lo garantizo", ha dicho, citado por las agencias rusas.

El jefe de la diplomacia rusa ha matizado que Rusia "no es amigo, ni aliado de Asad" y que su postura consiste en defender la soberanía de los sirios para evitar el estallido de una guerra civil como en Libia. "Nunca dijimos que el mantenimiento del poder por Asad fuera una condición para el arreglo. Nosotros dijimos otra cosa. Dijimos que la decisión debe ser siria y que deben ser los sirios, es decir todos, los que se sienten en la mesa de negociaciones y se pongan de acuerdo", ha resaltado.

Aviones de combate y sistemas lanzamisiles

A su vez, ha asegurado que Rusia seguirá suministrando armamento a Damasco, como los aviones de instrucción de combate Yak-130, los sistemas lanzamisiles costeros 'Bastión' y misiles de crucero antibuque 'Yajont'. "Hemos firmado contratos y debemos cumplirlos", ha subrayado.

Rusia, que está reconstruyendo en el puerto sirio de Tartu la antigua base militar soviética para que pueda acoger buques militares de mayor tonelaje, se ha puesto el traje de mediador y ha invitado a gobierno y oposición a negociar en Moscú. "Ya hemos recibido una respuesta positiva por parte de las autoridades sirias. Esperamos que la oposición también de su visto bueno en los próximos días, poniendo los intereses del pueblo sirio por encima de cualquier otra consideración", señaló el lunes la Cancillería rusa. Rusia opina que "la inmediata celebración de esos contactos en Moscú es urgentemente necesaria para cesar cualquier violencia en Siria e impedir la desintegración sangrienta y la confrontación en la sociedad".

El embajador sirio en Moscú ha matizado hoy que el Gobierno está dispuesto a negociar, aunque solo con la oposición pacífica y no con los grupos rebeldes armados "que cumplen órdenes de países extranjeros". "No consideramos que la gente armada sea oposición. En lo que se refiere a aquellos que salen a la calle con armas y disparan, esa gente no desea el diálogo, por eso la otra parte está obligada a hablar con ellos con el lenguaje de las armas", dijo Riyad Haddad, embajador sirio, a la emisora de radio 'Eco de Moscú'.

Por su parte, el Consejo Nacional Sirio (CNS), que agrupa a la oposición siria en el exilio, rechazó de plano la propuesta de Moscú. "Sin el derrocamiento de Asad, no habrá negociaciones. La caída de Asad es la condición para el inicio de conversaciones con el objetivo de llevar a cabo un proceso de transición hacia un Gobierno democrático", dijo Burhan Galiun, líder del CNS. Galin añadió: "Llamamos a los rusos a adoptar una postura realista. Si insisten en que Asad debe quedarse en el poder, esto no será realista, ya que no permitirá la apertura de ninguna clase de diálogo". "Si el Gobierno ruso acepta nuestra condición de la renuncia de Asad, entonces no habrá ningún problema en la celebración de conversaciones preliminares", agregó el opositor a la prensa libanesa.

Reunión del Consejo de Seguridad

El Consejo de Seguridad analiza en estos momentos la situación en Siria. El primer ministro catarí, Hamad bin Jassim al Thani, le ha pedido que apoye el plan de transición para Siria presentado por la Liga Árabe y que actúe para detener "la máquina de matar" del régimen de El-Asad. "La realidad sobre el terreno demuestra que el baño de sangre no se ha detenido, que la máquina de matar está todavía en marcha y que la violencia se extiende", ha manifestado.

El diplomático árabe ha lamentado que todos los esfuerzos de la Liga Árabe por detener la violencia hayan sido "inútiles" hasta ahora porque "las autoridades sirias no han hecho ningún esfuerzo por cooperar" con la organización, sino que "su única solución ha sido la de matar a su propio pueblo". "Venimos a pedir al Consejo que apoye este plan presentado por la Liga Árabe. Las esperanzas del pueblo sirio están en sus manos", ha incidido Hamad bin Jassim al Thani, quien ha pedido al máximo órgano de decisión de Naciones Unidas que "adopte una posición positiva al apoyar la postura árabe" en esta crisis.

El jeque catarí ha apostado por la adopción del proyecto presentado la semana pasada por Marruecos junto a europeos y estadounidenses, al afirmar que, de no ser así, "se enviaría el mensaje equivocado a Siria: se le animaría a seguir adelante con la represión contra su pueblo". Ha exhortado, además, al Consejo a apoyar "todas las medidas adoptadas en la resoluciones de la Liga Árabe, sobre todo en lo referente en las sanciones económicas y prohibiciones de viaje".

"No pedimos una intervención militar, sino que abogamos por la presión económica para que el régimen sirio se dé cuenta de que debe cumplir con las peticiones de su pueblo. No pedimos tampoco un cambio de régimen, eso lo debe decidir el pueblo sirio", ha añadido el dirigente catarí, quien ha alertado de que la continuidad de esa crisis supone "una amenaza para toda la región".

El jeque catarí ha sido el primero en hablar hoy en una reunión del Consejo de Seguridad en la que se encuentra también el secretario general de la Liga Árabe, Nabil al Arabi, así como la secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, y los ministros de Exteriores de Francia, Alain Juppé, y Reino Unido, William Hague, entre otros.

Al Arabi, por su parte, ha pedido a los quince actuar de forma "rápida y decisiva" para asegurar que haya un cese "inmediato" de la violencia y la implementación de un plan que ayude a poner fin a la crisis. Ha advertido del recrudecimiento de la violencia en los últimos días y ha subrayado que "lo prioritario" ahora es que el máximo órgano internacional de seguridad adopte una resolución que llame "a todas las partes" a poner fin a la violencia.