JIM y Emery en rueda de prensa. / Kai Försterling | Efe
FÚTBOL | COPA DEL REY

El Valencia se acerca a semifinales a última hora

El equipo ‘che’ dispone de una renta de tres goles tras un choque aguerrido en el que la goleada se cerró en el descuento

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El encuentro de vecinos en Mestalla repartió cambios de rumbo, emociones, goles y la eliminatoria no terminó de decantarse hasta el descuento. Ni siquiera el claro dominio del Valencia y la inspiración de Pablo Hernández lograron la pronta goleada que deseban los de Unai Emery para afrontar el corto desplazamiento con una renta cómoda.

El primer punto del encuentro cumplió con el papel de emprendedores de los locales. Con el domino absoluto de la posesión (hasta un 78% en los primeros 50 minutos) se enfrentaron ante un Levante recluido y paciente. No obstante, la primera ventaja ‘ché’ aconteció en un contragolpe tras el error en el centro del campo de Pallardó, uno de los canterarnos valencianistas que se ganan el pan en el cuarto clasificado de la Liga. El balón acabó en Pablo Hernández y el ondense sirvió su asistencia a Jonas. Apenas unos minutos después el extremo volvió a penetrar por la banda derecha y su centro provocó el error de Javi Venta y el gol de Soldado a recoger el esférico.

Con el camino despejado el Valencia despertó de improviso con la única llegada de peligro del Levante. Koné deslumbró al enganchar un gran disparo tras aprovechar un mal control de su compañero Pallardó. El destello proporción al equipo granota el aire que necesitaba para sobrevivir a un mal primer tiempo pero no supo resguardarse. Antes del descanso otra aparición de Pablo Hernández sirvió a los locales para aprovechar la velocidad de Piatti en un nuevo gol.

El cambio del Levante

El tanto golpeó al Levante al perder comba y dos de sus jugadores por lesión: Barkero en los primeros minutos y Keylor Navas en el choque con el argentino en el tercer gol. Tanto molestaron a Juan Ignacio Martínez las malas sensaciones de su equipo que prolongó su discurso antes de la salida de los vestuarios hasta más allá del tiempo habitual. Las indicaciones parecieron funcionar en la segunda parte porque su equipo evitó la previsible goleada gracias al abandono de Pablo Hernández por lesión, el poste que evitó el gol de Víctor Ruiz y una nueva actitud en los últimos minutos que se quedó a un paso de fructificar en un nuevo gol.

Entre medias, se habían sucedido numerosas batallas personales y recados de otros tiempos que sacudieron el choque con numerosas discusiones y once tarjetas amarillas. De todas las colisiones la que más chispas soltó ocurrió entre Soldado y Cabral con el delantero pisando la cabeza del visitante en una enmarañada acción. De fútbol, solo algunos contragolpes y jugadas a balón parado apuntaron a un posible gol pero Alves y Munúa estuvieron iluminados.

De manera paradójica la ambición de los últimos minutos del Levante acabó con su ganancia. Con la mayor parte de sus futbolistas en el área para rematar un saque de esquina en el descuento, los futbolistas del Valencia se encontraron el camino libre para un contragolpe que acabó de manera afortunada con un disparo de Tino Costa que tropezó en dos defensas hasta acabar en gol. Así logró el equipo de Emery la ventaja cómoda que deseaban tras una insistencia que se tradujo en 18 remates a puerta. Dentro de siete días en Orriols el Levante deberá recurrir a ese apetito de los últimos minutos en Mestalla si desea conseguir esa goleada para acceder a semifinales.