revueltas en el mundo árabe

Saleh viajará «pronto» a EE UU para recibir tratamiento médico

El presidente yemení saldrá del país para dar una oportunidad al Gobierno de reconciliación nacional

SANÁ Actualizado: Guardar
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El presidente del Yemen, Ali Abdalá Saleh, ha asegurado hoy que tiene la intención de viajar pronto a Estados Unidos para recibir tratamiento médico y curarse de las heridas que sufrió en un atentado en junio pasado, aunque no ha precisado la fecha de su partida.

En una rueda de prensa, Saleh ha explicado que también quiere dar así una oportunidad al nuevo Gobierno de reconciliación nacional para que prepare los comicios anticipados del próximo febrero, de acuerdo a la iniciativa del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG).

Mientras tanto, al menos nueve manifestantes que participaban en una marcha contra Saleh, han muerto hoy por disparos de las fuerzas leales al régimen en Saná, han informado activistas y fuentes médicas. Agentes antidisturbios han tratado de impedir que decenas de miles de manifestantes, que hoy llegaron a Saná tras cinco días de marcha desde el sur del país, llegasen al palacio presidencial donde reside Saleh.

Marcha reivindicativa

Decenas de miles de personas han llegado hoy a Saná después de recorrer 257 kilómetros desde la ciudad de Taiz (sur) para pedir la ejecución del presidente de ese país. Los manifestantes también rechazaron la iniciativa del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), firmada por Saleh y la oposición el pasado 23 de noviembre y que estipula el traspaso del poder y la celebración de elecciones presidenciales.

Disconformes con que el presidente no sea juzgado y condenado a muerte por la represión de las protestas en su contra desde el pasado 27 de enero, los participantes en la marcha partieron de Taiz el pasado martes en dirección a la capital. Durante todo el trayecto, más personas se unieron a la marcha, que fue protegida por combatientes tribales armados que trataron de protegerla de los grupos leales a Saleh.

Los opositores piden la caída total del régimen a pesar de los primeros pasos dados por la oposición y el gobierno para poner fin a una crisis política y una espiral de violencia que ha afectado durante meses al Yemen, el país más pobre de la península Arábiga.