POLÉMICA EN LA RIOJA

El alcalde de Oyón, en huelga de hambre frente al Gobierno riojano

Rubén Garrido ha iniciado a las 9 de la mañana una huelga de hambre y ya está instalado frente al Palacio de Gobierno con una esterilla y bebidas isotónicas

LOGROÑO Actualizado: Guardar
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Pasaban unos minutos de las 9 de la mañana cuando Rubén Garrido, alcalde de Oyón, se instalaba frente al palacio de Gobierno de la capital logroñesa para comenzar su huelga de hambre para protestar por la decisión del Gobierno riojano de no aceptar más pacientes pertenecientes a la sanidad Vasca.

Una mochila, una esterilla, bebidas isotónicas, un libro ('Confianza total') y un ejemplar de Diario LA RIOJA son los acompañantes de Garrido hasta este momento. El alcalde de Oyon ha asegurado que esta noche ha dormido bien y que su objetivo es que "las instituciones redoblen sus esfuerzos para llegar a un acuerdo".

"No intento molestar a nadie", afirma Garrido. "Sé que esto es lo que quiero hacer". Para el alcalde alavés, "esto nos hará terminar con este calvario que vive La Rioja Alavesa en su atención sanitaria".

Una solución

"Lo que hago es instar a todas las partes sin crítica ninguna, lo único que buscamos es una solución. De hecho, Garrido modula sus críticas al ejecutivo riojano. "No voy a criticar que el Gobierno de La Rioja haga las peticiones que considere oportuno, y que pida las contraprestaciones que considere oportunas defendiendo los intereses de los riojanos".

Lo que Garrido sí critica es "la forma unilateral de llevar a cabo esta decisión, sin previo aviso al Gobierno vasco, lo que ha hecho que los riojano-alaveses estemos desamparados en cuanto a atención sanitaria".

Garrido admite que "es difícil para mí, para mi familia, para mi equipo de gobierno y para La Rioja Alavesa. Es una pena tener que llegar aquí, pero así ha sido. Mis vecinos apoyan la decisión que he tomado, por dura que sea".

Hasta el fin

Junto a él están la segunda teniente de alcalde de la localidad alavesa y un logroñés cuya madre vive en Oyón y se ha visto afectada por la polémica entre la sanidad vasca y la riojana.

La huelga de hambre que ha empezado Garrido la llevará "hasta el fin", es decir, hasta que consiga su objetivo "durante los días que haga falta".

Hasta el momento, son pocos los logroñeses que se han acercado a Garrido para interesarse por su protesta. La pancarta llama la atención a quienes pasan, pero el hecho de que el alcalde oyonés no haya desplegado su 'campamento' le hace parecer un viandante más que pasa el rato hablando por teléfono.

El alcalde vasco pesa en estos momentos 86'5 kilos, consciente de que la huelga le puede hacer perder peso, a pesar de los empeños de su suegra de que no pierda ni un gramo: ayer la 'pilló' metiéndole unos 'Donuts' en la mochila.

Hasta el momento, Garrido no ha logrado ninguna reacción del ejecutivo regional. El consejero de Sanidad, José Ignacio Nieto, ha entrado y salido del Palacete, a escasos veinte metros del lugar donde se ha instalado el alcalde, pero no se ha acercado a él.

La presencia de Garrido en El Espolón ha motivado la curiosidad de los logroñeses, pero poco más. Sólo algún vecino se ha acercado al edil alavés: un logroñés le ha pedido, por ejemplo,"que proteste en Vitoria". Pero la reacción más común de los viandantes está siendo leer la pancarta... y seguir caminando.