PREMIOS PRÍNCIPE DE ASTURIAS 2011

El cese de la violencia, eje de todas las conversaciones

En los corrillos que se iban formando, personalidades de todo el mundo no pudieron evitar el gran asunto de la actualidad tras el comunicado de ETA

MADRID Actualizado: Guardar
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El anuncio de cese de la violencia etarra, ha monopolizado las conversaciones en el gran patio central del Hotel de La Reconquista de Oviedo en las horas previas al solemne acto de entrega de los Premios ‘Príncipe de Asturias’, en el Teatro ‘Campoamor’. En los corrillos que se iban formando, se podían escuchar multitud de idiomas, con personalidades procedentes de todo el mundo, pero ninguna de ellas, en una u otra medida, pudo evitar el gran asunto de la actualidad.

En las manos de muchos se veían las portadas de los periódicos asturianos del día, que presentaban un aspecto singular, puesto que faltaba espacio para reflejar con caracteres del tamaño suficiente las tres noticias de las que cualquiera de ellas podría haber monopolizado la primera página: el cese de la violencia etarra, la muerte de Gadafi y, muy especialmente para la prensa local, la entrega de los Premios ‘Príncipe de Asturias’, que en una situación normal hubieran ocupado la página completa.

Entre los múltiples invitados, el más exultante era el fundador de Mensajeros de la Paz, el padre Ángel: “se nos ve a todos la alegría en la cara”, dijo, por el cese de la violencia. Según el sacerdote, “es un día en el que deberían sonar todas las campanas del país. Deberían estar sonando todas las bocinas de los coches, como cuando la Selección ganó el Mundial”, decía a muy escasos pasos de donde la Princesa de Asturias, Doña Letizia, charlaba animadamente con un Leonard Cohen sombrero en mano.

Optimismo

Con una imagen muy alejada de la del artista canadiense, entraba en ese momento por la puerta del hotel el atleta etíope, Haile Gebrselassie, en chándal y zapatillas verdes, después de realizar su entrenamiento en el vecino Parque de San Francisco, para no perderse ni una sola jornada de preparación, ni siquiera en tan señalado día. El atleta derrochó simpatía y amabilidad, dijo que se sentía “contento” porque el cese de la violencia “permitirá a los niños de España crecer en paz. Es lo que necesitamos. La infancia necesita paz”, dijo, al tiempo que trataba de averiguar, entre dudas protocolarias, si el Príncipe le permitiría “ir corriendo a recoger el Premio”.

Mucho más matizado era el optimismo del presidente del Principado, Francisco Álvarez-Cascos, quien dijo que el comunicado de la banda “no hace referencia a las víctimas, ni siquiera para pedir perdón. La banda ni se disuelve ni se desarma, por lo que hay que recibir el anuncio con un enorme escepticismo”.

Bien informado y preocupado por la actualidad del día, el director de orquesta, Riccardo Muti, se mostró especialmente esperanzado por el anuncio de la banda terrorista y lo calificó como “una gran esperanza de felicidad para el futuro”, según dijo, volviendo inmediatamente la mirada hacia la entrada del hotel, ya que en ese instante hacía su entrada S.M. la Reina, Doña Sofía, a quien inmediatamente se dirigieron todos los ojos.

Ya en el almuerzo de gala ofrecido por los Príncipes de Asturias, se ha degustado como aperitivo el tradicional sake japonés, elaborado en algunas de las zonas afectadas por la catástrofe sísmica y nuclear del pasado mes de marzo. Con ello, se ha tratado de demostrar que Japón, hoy, es un país seguro, según su embajador en España, Saturo Sotó, que prácticamente se estrenaba en este destino, puesto que el pasado lunes entregó sus credenciales a S.M. el Rey, Don Juan Carlos.