Racismo, ternura y humor en 'Criadas y señoras'

¿Se puede mostrar la peor cara del racismo sin recurrir a la violencia extrema y anegar la pantalla de sangre, linchamientos y ejecuciones? Desde luego. Y puede que de una manera más conmovedora, convincente y efectiva que con los sanguinolentos borbotones y los incendiarios aquelarres del ku klux klan. Lo demuestra la película 'Criadas y Señoras', que llega en breve a las pantallas españolas avalada como el sorpresón de la temporada en Estados Unidos. Es un eficaz producto de la factoría Disney que costó menos de 20 millones de euros recaudado en el mercado anglosajón casi 113 millones -150 millones de dólares - con casi 15 millones de espectadores desde su estreno a mediados de agosto.

Su título original es 'The help', expresión coloquial para referirse al servicio doméstico y título de la novela homónima de Katheryn Stockett, número uno en la lista de best-sellers del New York Times durante varias semanas.

Es una tierna y dolorosa historia que narra la desigual batalla por los derechos civiles de las chachas y niñeras negras del profundo sur estadounidense. Mujeres sin derechos que todavía en la década de los sesenta del siglo pasado estaban al servicio de las poderosas e intransigentes familias bien blancas que prolongaban artificialmente un régimen esclavista. Unas mujeres olvidadas, sometidas y humilladas que pudieron encontrar su voz gracias a una jovencita pelirroja y contestataria, un renglón torcido de la muy estricta y racista sociedad de Jackson, Misisipí, cuna y reserva del racismo más intransigente,

Emma Stone ('Rumores y mentiras') es la joven Skeeter, alma blanca del libro de Stockett y de esta conmovedora película que llega el 28 de octubre a las pantallas españolas con 160 copias. Es un de los vértices de un brillante triángulo interpretativo que conforma junto a otras dos grande damas negras del cine: Viola Davis (consagrada por 'La duda' y candidata al Oscar que podría serlo de nuevo por este trabajo) y Octavia Spencer. Las tres han viajado a España para promocionar junto a su director, Tate Taylor, este filme basado en el libro de Stockett, publicado en 35 países, y que ha vendido más de cinco millones de copias. Algo más de 150.000 en España, donde los ha publicado 'Maeva'.

Infierno y éxito

Cuenta la historia de tres extraordinarias y muy diferentes mujeres que soportan el infierno del racismo desde realidades contrapuestas: desde la opulencia de la supremacía blanca que somete, desprecia humilla y desde el paupérrimo sometimiento del orgullo negro. Las tres construirán una inusual amistad en torno a un secreto proyecto de escritura que romperá las reglas del juego social y pondrá su seguridad y sus vidas en riesgo en una apuesta por la libertad que tiene un alto precio. De la insólita alianza surgirá una sólida hermandad que infundirá a las sirvientas sometidas el coraje necesario para romper ataduras y abrir los ojos al mundo. Comprenderán que a veces hay que cruzar el límite y afrontar enormes e insólitos riesgos.

"Ha sido un sueño, pero espero que su éxito continúe por todo el mundo. Es importantísimo, y no lo digo por egoísmo. Es la única película que esta temporada ha ofrecido grandes papeles a actrices negras con cierta edad. Además descubre para muchos la cruda realidad del racismo, su peor cara, con ternura, inteligencia y humor" se felicita Viola Davis. En papel de Aibileen, da un recital interpretativo para mostrar la tormenta de emociones contenidas de su personaje, sirvienta y niñera de un malhadada y terrible ama de casa del poder blanco de Misisipí, que crió a sus hijos confiándolos a unas mujeres negras que despreciaban y que acertaron a no trasmitirles el odio ni rencor. "Era un papel complicado, incómodo y difícil. Me metí en la piel de una mujer sin esperanza, sin derechos, que había perdido a su hijo, con enorme dolor y pobre de solemnidad. Una experiencia dura, nada fácil, nada cómoda, que me ha hecho crecer como actriz y que muestra una realidad infernal que se daba hace nada y desconocida para muchos", resume la actriz

Tate Taylor fue uno de aquellos críos al cuidado de una niñera negra, de modo que cuando su amiga Katheryn Stockett le contó que estaba escribiendo 'The help' se adelantó y se hizo con los derechos de un libro que habían rechazado un buen puñado de editoriales. "Lo leí en un vuelo de Nueva York a los Ángeles y me fascinó. Comprendí que la historia podría mostrar el horror del racismo sin recrearse en la violencia" explicó. "Se puede mostrar la brutalidad sin recurrir al asesinato los a ríos de sangre habituales en el cine que se ocupa del racismo. Yo quería mostrar el coraje y el arrojo de estas mujeres a través de las relaciones humanas", dice el director, acusado por cierto, de hacer una película blanda.

Héroes corrientes

"Lo brutal es que pisoteen tus derechos y te obliguen a hacer tus necesidades en un retrete especial, en una caseta de madera fuera del casa y a cuarenta grados, o que te obliguen a viajar en autobuses segregados, solo para negros, y te nieguen derechos fundamentales". "Quise mostrar la heroicidad de la gente corriente que acabó con todo eso, que la lucha pro al igualdad es algo universal y que hay muchos seres humanos que en todos los rincones del mundo que hoy luchan por los mismos derechos por los que lucharon aquellas mujeres" resume el cineasta.

El director no tuvo dificultades para convencer a Emma Stone de que aceptara el papel. "Nada más leer el libro me propuse formar parte de la fantástica familia de la película", ha dicho la joven actriz con su peculiar y profunda voz. "El papel de Skeeter es un lotería. Todo un regalo. Su mentalidad, un rareza entre los blancos de hace medio siglo, es la de mucha gente joven de hoy, que como yo, que nací en 1988, desconocíamos el horror de aquella realidad que torturó y amargó la vida de miles de personas a la que se le negaron sus derechos más básicos".