Ban pide romper el punto muerto entre palestinos e israelíes

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, ha pedido a los líderes mundiales poner fin a la situación de bloqueo entre palestinos e israelíes, y actuar en el caso de Siria ante la violencia política de los últimos seis meses.

"En Oriente Medio hay que salir del punto muerto. Los palestinos se merecen un estado. Israel necesita seguridad", ha afirmado Ban en la apertura de los debates públicos de la Asamblea General, en donde también ha asegurado que "Siria preocupa especialmente" y ha pedido a la comunidad internacional que actúe para parar la violencia.

El máximo responsable de Naciones Unidas se ha referido así a dos de las situaciones internacionales que más preocupación despiertan entre los líderes mundiales y que se concentran en la región de Oriente Medio.

En el caso del conflicto entre Israel y los palestinos, que persiste más de medio siglo, la crisis se ha agudizado en la última semana después de que el presidente de la ANP, Mahmud Abas, anunciase que el viernes pedirá el ingreso de Palestina en la ONU como miembro de pleno derecho. Ban ha resaltado que tanto palestinos como israelíes "quieren la paz" y que la ONU "promete trabajar sin ahorrar esfuerzos para ayudar a lograr la paz mediante un acuerdo negociado".

Siria

En lo relativo al país gobernado por Bachar El-Asad, el secretario general de la ONU ha indicado que "Siria es motivo de especial preocupación. Somos testigos desde hace seis meses de una violencia y represión en aumento". "El Gobierno se ha comprometido repetidamente a realizar reformas y a escuchar a su pueblo, pero no lo ha hecho", ha dicho Ban, que ha considerado que ante esa actitud "ha llegado el momento de actuar. Es preciso poner fin a la violencia".

Desde que comenzaron las protestas en Siria reclamando democracia y reformas al régimen de Damasco, se han contabilizado casi 2.700 muertos, según datos de Naciones Unidas, que repetidamente ha pedido a Al Asad que ponga fin a la violencia y a la represión contra los manifestantes y cumpla con el deber de proteger a los civiles.

Lucha contra la pobreza

En su análisis de la situación internacional, Ban se ha referido también a la situación de pobreza de muchos habitantes del planeta, que a finales de octubre llegarán a 7.000 millones de personas. "Pensemos que el habitante 7.000 millones sea una niña. Lo más probable es que sea pobre. Quizás pueda, o no, crecer sana y fuerte. Si es especialmente afortunada, recibirá educación y podrá cumplir sus sueños y esperanzas", ha indicado el responsable de la ONU. Ha recordado que a medida que crece la población, también lo hacen las desigualdades sociales y el desempleo, además de las presiones sobre la tierra, la energía, los alimentos y el agua.

Ban ha subrayado que la comunidad internacional tiene delante de sí misma decisiones que tomar que afectan al desarrollo sostenido, al cambio climático, a cumplir los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) en 2015, además de prevenir los conflictos y construir un mundo más seguro.

Asimismo, ha recordado a los 193 países de la ONU que esta organización se constituyó sobre la base de "nosotros, el pueblo", y que además es la primera frase de la Carta de Naciones. Ban ha señalado que los 7.000 millones de habitantes de la tierra "miran a los líderes mundiales. Necesitan soluciones. Nos piden liderazgo y quieren que actuemos".

También ha apuntado cinco imperativos que, ha dicho, afectarán al futuro de acuerdo a las decisiones que se tomen hoy. "El primero y principal de ellos es el desarrollo sostenible. Este es el imperativo del siglo XXI. Salvar a nuestro planeta, sacar a la gente de la pobreza, avanzar el crecimiento económico, son parte de la misma lucha", ha explicado Ban. Los otros cuatro desafíos son la prevención de conflictos, la construcción de un mundo más seguro, el apoyo a las naciones en transición, y el trabajo con y para mujeres y jóvenes.

Un "momento histórico"

El secretario general de la ONU ha destacado, además, la presencia del siguiente orador en la tribuna de la Asamblea, la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, "la primera mujer en la historia de la ONU en abrir un debate" de ese órgano.

La mandataria brasileña, que ha dicho vivir ese "momento histórico" con "el orgullo de ser mujer", ha reclamado a Naciones Unidas una reforma de las instituciones financieras multilaterales, con un incremento de la participación de los países emergentes, "principales responsables del crecimiento en la economía global". "En portugués palabras como vida, alma y esperanza son nombres femeninos, como otras dos palabras que para mí son especiales: valor y sinceridad", ha manifestado Rousseff, que en su discurso ha considerado que la actual crisis económica puede convertirse en "grave división política y social".