Interior de la Bolsa de Madrid. / Archivo
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Otro terremoto en Japón evita los 11.000

La primera sesión de la semana ha sido de recogida de beneficios y de retroceso de las plazas europeas

MADRID Actualizado: Guardar
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El Ibex-35 parecía decidido a atacar los 11.000 puntos, animado tanto por las buenas perspectivas existentes respecto a los resultados de las empresas americanas, como por las de las compañías europeas. De hecho, a primera hora de la mañana, un teletipo de la agencia Bloomberg aseguraba que los estrategas europeos estaban dos veces más positivos que los americanos porque las cuentas de las compañías del Viejo Continente registrarán en 2011 un crecimiento del 20%, el mayor de los seis últimos años para el Stoxx 600, un índice que ahora se sitúa en los 281 puntos y que los analistas consideran que terminará el año en los 304,6, prolongando el "rally" que iniciara en marzo de 2009 y con el que ya acumula una rentabilidad del 93%. En Estados Unidos sería el gigante del aluminio Alcoa el que abriría el juego. Según los analistas, el beneficio de la compañía se multiplicaría por tres debido a la subida del precio de los metales y el incremento de la demanda.

Con esto en mente, el Ibex marcaba los 10.958 puntos a las nueve y media de la mañana. Quizás, detrás de ese ligero optimismo se encontraba el hecho de que republicanos y demócratas, finalmente, evitaron el cierre del Gobierno el viernes por la noche según el horario estadounidense tras acordar el recorte del gasto de 38.000 millones de dólares. Ahora, el presidente Barack Obama estaría preparando un plan para conseguir una reducción significativa de la deuda. Parece ser que Obama, el próximo miércoles, llamará a los republicanos para diseñar dicho plan, que incluirá tanto aumento de ingresos como la reducción del crecimiento del gasto sanitario a través de los programas Medicare y Medicaid. Este lunes, el Fondo Monetario Internacional instaba al país a esa consolidación fiscal.

Según su informe de primavera, Estados Unidos tiene una necesidad particularmente urgente de atajar sus problemas fiscales para disipar el riesgo de fuertes fluctuaciones en el mercado de bonos.

El FMI exige a EE.UU. medidas urgentes tales como subidas de impuestos y reforma de la Seguridad Social. Pero este lunes los bonos americanos se mantuvieron estables. El acuerdo entre republicanos y demócratas proporciona algo de esperanza.

Pese a las buenas perspectivas de beneficios y al balón de oxígeno americano, a los mercados les atacó un nuevo imponderable.

Justo un mes después del devastador terremoto y posterior tsunami que llevó a Japón a una verdadera crisis nuclear, atacó un nuevo sismo justo en la zona en la que está situada la central nuclear de Fukushima. Por ello, el Ibex entró en unos números rojos de los que ya no se pudo recuperar.

Tampoco la mayoría de los índices del Viejo Continente. El Ibex-35 cerró la sesión con un descenso del 0,32%, para dar un último cambio en los 10.878,30 puntos. El índice que más cayó fue el Cac 40 francés, que se dejó un 0,57%, arrastrado por el comportamiento de Schneider y de las compañías automovilísticas. A continuación, el Dax alemán, que retrocedió un 0,17%, también por los descensos de los fabricantes de coches, aunque entre los peores valores también se colaron el Commerzbank y el Deutsche Bank.

Mientras, el Ftse Mib de Milán retrocedió un 0,10% y el Ftse 100 británico cerró la sesión prácticamente plano, porque a su favor jugaron tanto bancos como el Royal Bank of Scotland y Barclays, como las compañías mineras. Una comisión gubernamental ha recomendado una amplia reforma para el sector financiero británico, que les obligará a separar claramente sus actividades minoristas de las de inversión por cuenta propia (como la que ideó el ex presidente de la Reserva Federal norteamericana Paul Volcker para Estados Unidos). Pero la reforma es "benévola" para las entidades, puesto que no propone una escisión de los bancos "universales", los considerados "demasiado grandes para quebrar", por lo que, por los depósitos que continuarán guardando de los particulares, seguirán estando protegidos de facto por el Estado cuando se vuelvan a encontrar al borde de la bancarrota.

Y, hablando de bonos, en el mercado secundario de deuda, la prima de riesgo de los bonos periféricos se contrajo. Incluso la de la deuda española, que cerró en el 1,75%, pese a que el gurú del Financial Times Wolfgang Munchau se preguntaba por la posibilidad de que España fue el siguiente país en pedir un rescate a Bruselas por la crisis inmobiliaria, que se verá agravada por el aumento de los tipos de interés.

Con todo, el sector financiero español, muy sensible siempre a este tipo de comentarios se mostró inmune. El Popular fue el segundo valor más rentable de la jornada, con un repunte del 0,94%, mientras que Bankinter ganó un 0,13% y BBVA, un 0,09%. Los otros dos bancos del Ibex cerraron en rojo, pero sus descensos no fueron dramáticos: el Sabadell retrocedió un 0,03% y el Santander, un 0,47%.

Eso sí, el Ibex no pudo contar con ninguno de sus grandes valores: Repsol YPF cedió un 0,28%, Telefónica, un 0,44% e Iberdrola, un 0,43%.

Grifols fue el valor más rentable del selectivo, con un avance del 2,47%, porque los inversores se mostraron este lunes especialmente confiados en que, finalmente, será capaz de comprar la estadounidense Talecris.

Entre los mejores, Gas Natural, que ganó un 0,77%, o Gamesa, con una revalorización del 0,76%. BME, mientras, avanzó un 0,63%. Y Amadeus, un 0,58%, apoyada en una buena recomendación emitida por Goldman Sachs. El banco de inversión americano considera que el castigo que lleva en lo que llevamos de año ya es suficiente y que éste podría ser un buen momento para entrar en la compañía.

En el otro lado de la tabla, Técnicas Reunidas, que retrocedió un 1,85%, seguida de ACS, que retrocedió un 1,59%, penalizada por el "profit warning" (revisión a la baja de los beneficios) emitido por su participada Hochtief que, a su vez, se ha visto lastrada por el mal comportamiento de su filial australiana. Ferrovial y OHL le siguieron, con pérdidas de algo más de un 1,3%, contagiadas por la mala racha de la compañía alemana.

Abengoa y Acciona también retrocedieron más de un punto porcentual.

IAG no levanta cabeza: este lunes retrocedió un 0,89%, de nuevo penalizada por el crudo. Aunque este lunes corrigió ligeramente. El barril de Brent, de referencia en Europa, bajó algo más de dos dólares, aunque todavía se cambiaba por más de 124 dólares. En Estados Unidos, el barril de West Texas también caía alrededor de 2 dólares, pero aún cotizaba por encima de los 110 dólares. En este sentido, el FMI alertó de que el crecimiento mundial podría deteriorarse si el crudo siguiera encareciéndose.

Mientras, el precio de la plata continuaba ganando posiciones, en algo que ya hay analistas que califican de burbuja caótica porque no hay problemas de escasez de oferta, mientras que el oro se replegaba ligeramente desde sus niveles récord, aunque los expertos consideran que, en algún momento de este trimestre, alcanzará los 1.500 dólares por onza.

En el mercado de divisas, el euro continuaba por encima de 1,44 dólares.