FÚTBOL

Ronaldo: «Doné mi vida al fútbol»

"No aguanto más, pienso en una jugada pero no puedo ejecutarla", afirma el astro brasileño en la hora de su adiós

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Al borde del llanto, con los ojos humedecidos y la voz entrecortada, Ronaldo, el ‘Fenómeno’ Nazario, anunció este lunes el final de su carrera profesional. Los dolores provocados por las continuas lesiones y su incapacidad para adquirir una forma física que le permitiera poder competir dignamente, le obligaron a anticipar la dura decisión de colgar las botas.

"Aquí estoy cerrando mi carrera", dijo Ronaldo, de 34 años, en una emotiva y multitudinaria conferencia de prensa celebrada este lunes en la sede del popular Corinthians de Sao Paulo, el último equipo en que jugó, o más bien deambuló con más pena que gloria. Fue una "carrera linda, emocionante y maravillosa", resumió.

El ‘gordo’ Ronaldo, ese ariete infalible en la definición, ya no podía más. Ni siquiera el horizonte de un Mundial en su país en 2016, una posibilidad muy lejana pero barruntada por todos sus ídolos, pudo hacerle cambiar de planes. Un tipo que lo ha ganado todo no podía permitirse el lujo de destrozar su imagen arrastrándose por los campos de fútbol, ni siquiera en aquellos de césped lento y maltrecho que abundan en su país.

“He tenido en los últimos dos años una secuencia muy grande de lesiones, que van de un lado para otro, de una pierna para otra, de un músculo para otro", subrayó en la hora del adiós. "Esos dolores no me dejan seguir", enfatizó, hundido. En otro momento de su esperada comparecencia, Ronaldo admitió sentir incluso "fuertes dolores para subir una escalera". “Me cuesta hacerlo”, remarcó.

En el momento de mirar hacia atrás, de hacer resumen, el jugador de abdomen anti Cristiano, dientes grandes y ‘sonrisa Profidén’, aseguró no lamentar los esfuerzos de casi dos décadas. "Doné mi vida al fútbol, hice todos los sacrificios y no me arrepiento de nada. Fue lindo, maravilloso. Fue también muy difícil. Las personas que están próximas sufrieron conmigo cada día".

Los constantes problemas físicos le convencieron de que había llegado el momento de parar, de decir basta. Pudieron más que cualquier consejo de sus allegados, silbidos de sus detractores o críticas más o menos sarcásticas sobre su lamentable estado de forma. "Es difícil enfrentarse a un defensor, encararlo, tratar de superarlo con velocidad y ver que el cuerpo ya no responde. Sobre todo cuando uno ha hecho eso durante muchos años”.

Harto de quienes le acusan de ser un mal profesional, un nefasto ejemplo para los jóvenes en cuanto a hábitos saludables, el astro brasileño hizo una explosiva revelación al señalar que la causa de su sobrepeso, muchas veces objeto de burla por parte de prensa e incluso de políticos brasileños, es que padece hipotiroidismo.Disculpas al Corinthians

"Hace cuatro años, en Milán, descubrí que sufría de un disturbio, el hipotiroidismo, que desacelera el metabolismo. Para controlarlo debería usar hormonas que en el fútbol no están permitidas, son consideradas dopaje", dijo el jugador. “Muchos ahora deben estar arrepentidos de hacer bromas con mi peso pero no guardo ningún rencor a nadie", remarcó.

Aunque su adiós parecía ya solo cuestión de tiempo, representa para los hinchas brasileños el cierre de un período de felicitad que se prolongó durante nada menos que 18 años y que motivó una serie incontable de alegrías a fuerza de goles. "Quiero agradecer a toda la 'torcida' brasileña que vibró conmigo, que lloró conmigo", dijo el estelar delantero de la 'seleçao', que completó una de las carreras más espectaculares de la historia de la ‘canarinha”.

Ronaldo incluso pidió disculpas a los hinchas por haber "fracasado" en el último intento de conquistar con el Corinthians la Copa Libertadores de América, uno de los pocos trofeos que nunca logró. Dio las gracias a los jugadores con los que jugó y a los que se enfrentaron a él, incluso a los que intentaron cazarle. “Agradezco a aquellos que fueron leales y a los que fueron desleales. A mis entrenadores, a los clubes por donde pasé”. Ronaldo se marcha después de 400 goles y un sinfín de regates vertiginosos, inolvidables.