Nueva matanza en el sur de Rusia

Hoy se ha informado de la matanza de un capo mafioso ruso y siete miembros de su familia en la región de Stávropol, al sur de Rusia. Según la Fiscalía, las ocho personas fueron acribilladas a tiros en su propia vivienda. Los cadáveres, algunos de los cuales fueron escondidos después en el garaje, presentaban también cortes de arma blanca.

Durante la masacre, en el inmueble había además una niña de ocho años y un bebé de pocos meses, que afortunadamente sobrevivieron ya que los asesinos no se percataron de su presencia. La pequeña estaba en aquel momento viendo dibujos animados en el televisor.

El jefe del clan, según la Policía, es un tal Vladímir Slezáyev, un hombre de negocios con un oscuro pasado y apodado 'Khan'. Al parecer, era un “vor v zakone” (ladrón dentro de la ley), la máxima jerarquía en el mundo del hampa ruso. Controlaba, entre otras cosas, uno de los principales mercados de abastos de Stávropol y ya sufrió otros intentos de asesinato en el pasado. A su esposa la mataron en 2003.

El resto de los cadáveres encontrados son los de otros cuatro hombres y tres mujeres, entre ellas la hija y la actual pareja de Slezáyev. La niña que salvó su vida es nieta del capo mafioso. La Policía cree que se trata de un ajuste de cuentas y ha puesto en marcha un dispositivo para dar caza a los autores de la matanza.

El pasado mes de noviembre en la región de Krasnodar, también en la parte meridional de Rusia, fueron liquidados con especial crueldad los 12 miembros de otra familia. Las detenciones practicadas posteriormente demostraron que el crimen fue amparado por las autoridades locales. Anteayer, el responsable de la lucha contra el crimen en el espacio postsoviético, el general ruso, Alexánder Bókov, fue detenido bajo la acusación de extorsión a empresarios y corrupción. Bókov es precisamente quien debería haber puesto coto a las organizaciones criminales y lo que ha hecho es crear la suya propia.

Algunas publicaciones rusas creen que el intento de asesinato, el pasado mes de septiembre en pleno centro de Moscú, de Aslán Usoyán, uno de los capos rusos más poderosos, ha desatado una guerra entre mafias.