Mourinho, en su llegada al estadio./AP
fútbol | primera división

Mourinho, a oscuras tras los insultos

El portugués vivió su primer partido de sanción en un palco privado sin luz

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Mourinho se quedó a oscuras en El Molinón. El técnico portugués vivió su primer partido de sanción en un palco privado sin luz, para pasar desapercibido ante los seguidores del Sporting después de los insultos que le dedicó parte de la afición del equipo asturiano a la llegada del autocar del Real Madrid al estadio. “¡Ese portugués, qué hijo puta es!” y “¡Mourinho, muérete!” fueron algunos de los gritos con los que increparon cientos de hinchas del Sporting al entrenador blanco, a quien Manolo Preciado llamó el viernes “canalla” y, durante un agresivo discurso, afirmó que mandaría a ‘Mou’ con los ‘Ultra Boys’.

“Quizás me equivocase en algo, y si es así pido disculpas, pero el fondo de la cuestión sigue siendo el mismo”, comentó el técnico del Sporting cuando, en los minutos previos al partido, se le preguntó si se arrepentía de sus polémicas declaraciones. Mientras Preciado, presa del nerviosismo, presenció prácticamente todo el encuentro de pie, Mourinho lo hizo sentado en el palco, desde el que se puso en contacto a través de un móvil con el banquillo del Real Madrid.

Custodiado por fuerzas del orden, Mourinho subió al palco acompañado del director deportivo del Madrid, Miguel Pardeza, y del responsable de seguridad del club blanco, Julio Cendal, y desde allí siguió sin inmutarse demasiado las evoluciones de su equipo, y pudo ver el puñetazo que lanzó Higuaín al banquillo cuando el argentino fue sustituido. El luso abandonó el palco antes de que concluyese el encuentro, en el minuto 89. Tampoco esperó a que terminase el primer tiempo, porque cuando faltaban aún siete minutos para el descanso decidió dirigirse a los vestuarios.

Preciado reiteró desde el césped que no tendría ningún problema en estrechar la mano del portugués y hablar con ‘Mou’ si tenía oportunidad de hacerlo, pero la ocasión no se presentó en El Molinón antes del choque. Debido al castigo impuesto por Competición a Mourinho, los técnicos no se vieron las caras, aunque el madridista sí que departió durante unos minutos con el delegado del Sporting, Quini.