crisis política en italia

Fini amenaza con presentar su dimisión

El presidente de la Cámara de los Diputados se defiende de las acusaciones de que su cuñado es el propietario de un polémico apartamento en Montecarlo

ROMA Actualizado: Guardar
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El presidente de la Cámara de Diputados de Italia, Gianfranco Fini, ha amenazado con dimitir si se demuestran las acusaciones de que su cuñado Giancarlo Tulliani es el propietario de un polémico apartamento en Montecarlo.

En un vídeo colgado en sitio de Internet GenerazioneItalia.it y emitido también por SkyTg24, Fini ha manifestado que si su "buena fe ha sido traicionada" dimitirá de su cargo. Fini, quien fue aliado político del primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi, y también líder del movimiento Futuro y Libertad (FLI), ha admitido que el apartamento en cuestión fue vendido a la Sociedad Printemps, porque fue su cuñado quien le habló de dicha empresa.

El centro de la controversia es que el apartamento había sido regalado previamente al partido de Fini, Alianza Nacional (AN). Según el presidente de la Cámara de Diputados, sólo después de la venta supo que en esa casa vivía Tulliani, hermano de su compañera sentimental. "El hecho me produjo una rabia colosal aunque él me aseguró que pagaba un contrato regular de alquiler y que los gastos de renovación habían corrido por su cuenta", ha apuntado.

Tras preguntarse si Giancarlo Tulliani es el actual propietario del apartamento, Fini se ha respondido que "no lo sé. Se lo he preguntado con insistencia, él siempre lo ha negado con fuerza públicamente y en privado. ¿Quedan dudas?. Por supuesto, también a mi". "Si resultara con seguridad que Tulliani es el propietario y que mi buena fe ha sido traicionada no dudaría en dejar la presidencia de la Cámara de los Diputados. No por responsabilidad personal que no existe, pero sí porque mi ética pública me lo impondría, ha agregado.

Fini ha sostenido también que un asunto privado se ha convertido en un tema de Estado por "la obsesiva campaña político-mediática" de deslegitimación de su persona, "basada en hilaciones, insinuaciones y calumnias de periódicos de centro-derecha y alimentadas por personajes turbios y desautorizados".

Supuesta conjura para destituirlo

Sobre la supuesta conjura para destituirlo, en la que algunos de sus seguidores sugirieron que estaban implicados los servicios secretos italianos, Fini ha resaltado que no piensa en los servicios de inteligencia, "cuya lealtad institucional está fuera de toda discusión".

Fini ha definido todo el asunto aparecido en los medios de comunicación como una trama de "película de intriga de tercer orden" destinada a obligarle a dimitir como presidente de la Cámara ya que no es posible ninguna forma de censura parlamentaria (hacia él). Ha añadido que en sus 27 años en el Parlamento nunca ha sido apuntado como sospechoso de delitos ni ha recibido ni un aviso de que está siendo investigado y ha subrayado que por lo que a el respecta tiene "por supuesto la conciencia en su sitio".

Algunos de sus seguidores insistieron el viernes en que el partido del primer ministro utiliza documentos falsos para desacreditarle en el caso de supuestas ilegalidades en la venta del apartamento en Montecarlo, que pertenecía a Alianza Nacional (AN), que lideraba Fini antes de fusionarse con la formación de Berlusconi. Sin embargo, Lorenzo Rudolph Francis, ministro de Justicia de la isla de Santa Lucía, en el Caribe, y considerada un paraíso fiscal, aseguró anoche en rueda de prensa que la sociedad a la que se vendió la casa de AN era propiedad de Gianfranco Tulliani, hermano de la compañera sentimental de Fini.

La declaración de Fini puede ser decisiva con vistas al próximo voto del 29 de septiembre en la Cámara de los Diputados, en el que se votarán cinco puntos del programa de Gobierno y que servirá a Berlusconi para conocer si tiene aún la mayoría.