inmigración irregular

La ONU critica a Francia por deportar gitanos

El organismo aconseja al país galo que actúe sobre el pleno respeto de los derechos humanos

PARÍS Actualizado: Guardar
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El Comité de la ONU para la Eliminación de la Discriminación Racial (CERD) critica a Francia por las repatriaciones colectivas de gitanos rumanos, y ha aconsejado al país que actúe sobre el pleno respeto de los derechos humanos. "Recomendamos a Francia que evite las repatriaciones colectivas (de gitanos a Rumanía)" y que vele por que todas las políticas respecto a los romaníes sean conformes a la Convención Internacional de la ONU sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial, afirma el Comité en sus conclusiones, divulgadas hoy tras estudiar el caso de Francia.

La respuesta del país galo no se ha hecho esperar y ha señalado que las medidas "de naturaleza discriminatoria" van en contra de "los principios y valores de Francia". El Ministerio de Asuntos Exteriores galo ha reiterado la defensa del programa de expulsiones y ha subrayado que "las medidas de naturaleza discriminatoria por origen, raza o religión, son ajenas a los principios y valores de Francia". "Nuestra historia y nuestras leyes se fundamentan, en cambio, en el principio de igualdad que está claramente definido en la Constitución", ha explicado el portavoz.

El organismo de las Naciones Unidas también ha mostrado su inquietud ante el repunte de "las manifestaciones violentas de carácter racista contra los romaníes" en territorio francés. "Hay informaciones que apuntan que los romaníes han sido enviados de manera colectiva a sus países de origen, sin que se haya obtenido el libre consentimiento de todos los individuos afectados", remarcó el CERD. Estas deportaciones forzadas contradicen las declaraciones de la delegación gala en su diálogo de hace dos semanas con el CERD, en las que afirmó que "se había establecido un marco que rigiera el retorno voluntario de los romaníes a su país de origen".

Igualmente, el Comité ha resaltado su preocupación por la "difícil situación de la comunidad romaní en cuanto al ejercicio de sus derechos económicos, sociales y culturales". Por ello, ha invitado "encarecidamente" al Estado francés a que "garantice el acceso de los romaníes a la educación, a la sanidad, a la vivienda, y a otras infraestructuras temporales dentro del respeto del principio de la igualdad".

Respeto escrupuloso a los Derechos Humanos

En este sentido, el Ejecutivo de Nicolas Sarkozy insiste en que "respeta escrupulosamente la legislación europea, así como los acuerdos internacionales en materia de Derechos Humanos" con sus controvertidas expulsiones. Aunque entiende que tanto Rumanía como Bulgaria -países de origen de la mayoría de los gitanos- forman parte de la Unión Europea, París pone el límite a las llegadas en "el respeto al orden público" y en que "no representen una carga excesiva para el sistema de asistencia social". "La determinación de estos elementos deriva de un examen particular de cada situación individual", ha añadido el portavoz del Ministerio.

La Administración Sarkozy completa las repatriaciones con una "ayuda específica" -300 euros de base y 100 euros adicionales para cada uno de sus hijos- que puede ser "completada" por el país de origen de cara a favorecer la "inserción social y profesional" de las personas afectadas por las expulsiones. Tan sólo "una parte minoritaria" de éstas, según el Gobierno galo, corresponde a "procesos de expulsión forzosa" que habrían sido controlados por un juez competente.

La intención de París es que esta política de repatriaciones vaya acompañada de un proceso de cooperación bilateral con los países de origen de los inmigrantes, especialmente Rumanía, con quien el Gobierno francés ya ha comenzado una colaboración "relativa a la inserción social de sus ciudadanos en su país y a la lucha contra la delincuencia y el tráfico de seres humanos".

El portavoz ministerial ha destacado la importancia que ha tenido para esta cooperación las reuniones mantenidas "desde 2007" por el ministro Bernard Kouchner y sus homólogos rumanos y la creación de un grupo de trabajo conjunto sobre inmigración. Ambos puntos han permitido la puesta en marcha de "un programa de acción". El Gobierno de Francia, que organizó en septiembre de 2008, durante la presidencia de turno de la UE, "la primera cumbre europea sobre los gitanos", explicará próximamente en Bruselas a la Comisión Europea las últimas repatriaciones, ya que también han recibido críticas del Ejecutivo comunitario.