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El 'monarca constitucional' que se convirtió en 'ciclón'

El democristiano Francesco Cossiga, que fue octavo jefe de Estado de Italia, pasará a la historia como el presidente más polémico de la República Italiana

MADRID Actualizado: Guardar
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El democristiano Francesco Cossiga, que fue octavo jefe de Estado de Italia, pasará a la historia como el presidente más polémico de la República Italiana, el "hombre solo" -como se definió cuando dimitió en 1992-, que sacudió las instituciones a base de controversias y salidas de tono. Francesco Cossiga, ligado a la Democracia Cristiana italiana desde 1945, fue a lo largo de su vida varias veces ministro, primer ministro entre 1979 y 1983, presidente de la República desde 1985 hasta su dimisión en 1992 y senador vitalicio. Formó un nuevo partido en 1998, la Unión de los Democráticos para la República, y promovió un año después el Trébol.

Nació en Sassari, Cerdeña, el 26 de julio de 1928. En 1948 se licenció en Derecho por la Universidad de Sassari con ‘cum laude’ y se centró en el Derecho Constitucional. Miembro de la Democracia Cristiana (DC) desde 1945, fue discípulo y colaborador del político italiano asesinado en atentado terrorista Aldo Moro.

Medio siglo en la política

En las elecciones generales del 25 de mayo de 1958 consiguió escaño por primera vez; después repitió en los comicios del 28 de abril de 1963, en 1968 y en 1972. Su primer cargo ministerial lo recibió en 1974, al ser nombrado ministro de Administración Pública. En 1976 fue designado titular del Interior, cargo que ocupó hasta el 10 de mayo de 1978, fecha en que fue asesinado Aldo Moro y presentó su dimisión. En el mes de agosto de 1979 fue llamado por el presidente Sandro Pertini para formar Gobierno.

Tras una serie de escándalos financieros en los que sus contrincantes políticos quisieron verle envuelto, en abril de 1980 obtuvo el voto de confianza del Parlamento y se sucedió a sí mismo. Cinco meses después una nueva crisis política derriba su Gobierno y le sucede en la Presidencia del Gobierno Arnaldo Forlani, también demócrata cristiano.

Cuando era ministro del Interior, Cossiga fue acusado de haber facilitado la salida de Italia al terrorista Marco Donat Cattín, hijo del político demócrata cristiano del mismo apellido, perteneciente al grupo 'Prima Linea'. A raíz de esas acusaciones, en junio de 1980 y por primera vez en la historia de Italia, Cossiga fue juzgado por el Parlamento, que le absolvió de todo género de implicaciones en el ‘caso Donat Cattin’.

Una polémico mandato

En julio de 1983 fue elegido presidente del Senado y el 24 de junio de 1985 presidente de Italia en primera votación gracias al apoyo comunista, en sustitución de Sandro Pertini. Como presidente de la República actuó en varias ocasiones de "sereno mediador" ante las crisis de gobierno surgidas. Durante sus primeros cinco años de mandato (1985-1990) actuó como un "monarca constitucional": reinando pero no gobernando y siempre ejerciendo con una diplomática prudencia. Sin embargo, desde 1990 se desató el denominado 'ciclón Cossiga'.

Todo comenzó con el descubrimiento de la red 'Gladio', organismo paramilitar y secreto, considerado ilegal por el Parlamento y cuya misión era la defensa del país en caso de un hipotético ataque del desaparecido Pacto de Varsovia. Cossiga dijo que los "gladiadores" eran "patriotas" y a partir de ese momento, el jefe del Estado no faltó un sólo día a las portadas de los diarios. Fue denunciado por alta traición y los comunistas pidieron su inhabilitación.

El 'terremoto' Cossiga continuó. A principios de 1991 también afirmó que eran "patriotas" algunos miembros de la ilegal y subversiva Logia Masónica Propaganda Dos (P-2), de Licio Gelli. La reacción de la izquierda política del país no se hizo esperar y las peticiones de dimisión se sucedieron a coro. Ante la lluvia de críticas, pidió el apoyo oficial de su antiguo partido (al acceder a la presidencia abandonó la Democracia Cristiana), que se limitó a adoptar una postura intermedia. En ese momento se sintió desengañado y comenzó su "cruzada" contra la Democracia Cristiana, a la que acusó de maniobrar para expulsarle del 'Quirinale', sede de la presidencia de la República. Algunos líderes democristianos le acusaron de "resentido".

Alianza con Berlusconi

Este panorama tan adverso le condujo el 25 de abril de 1992 a presentar su dimisión, la cual se hizo efectiva tres días después. Después de abandonar el 'Quirinale', Cossiga pasó a ser senador vitalicio, según estipula la Constitución italiana. En enero de 1995 una de las crisis del Gobierno de Silvio Berlusconi hizo que su nombre figurara entre los candidatos para formar un nuevo Ejecutivo aunque finalmente se cayó de las quinielas.

Con la llegada al poder de la coalición de izquierdas el 'Olivo', liderada por Romano Prodi, la candidatura de Cossiga fue rechazada para presidir el Senado. La última controversia en la política italiana llegó cuando en el año 2000 se alió con Silvio Berlusconi, con quien sus relaciones siempre fueron borrascosas, para apartar a la izquierda del Gobierno. Visitó España en varias ocasiones, invitado por el Partido Nacionalista Vasco, con el que mantenía excelentes relaciones, lo que le costó más de algún roce con el ex presidente popular, José María Aznar.