tragedia en alemania

El alcalde de Duisburgo asumirá su responsabilidad por la avalancha humana de la Love Parade

El regidor se muestra dispuesto a afrontar un proceso de destitución por los hechos que provocaron la muerte de 21 personas

BERLÍN Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El alcalde de la ciudad alemana de Duisburgo, Adolf Sauerland, se ha mostrado dispuesto a someterse a un proceso de destitución tras la tragedia ocurrida en el festival musical Love Parade, en el que hace nueve días murieron veintiuna personas y más de 500 resultaron heridas.

"Lógicamente, estoy preparado para someterme al proceso de destitución dispuesto en la ley de régimen local del estado federado de Renania del Norte-Westfalia", ha señalado el alcalde en un comunicado difundido por su oficina.

El regidor de Duisburgo ha visto aumentar las peticiones locales, regionales y federales para que abandone el cargo y asuma su responsabilidad política a causa de los errores en el plan de seguridad del Love Parade. "Para mí está claro: no voy a asumir la responsabilidad, ni la personal ni la política. Ambas van juntas. Primero quiero tener claro que el Ayuntamiento tiene una responsabilidad, antes de asumir yo cualquier responsabilidad política", ha manifestado Sauerland.

Peticiones desde todos los sectores

El partido La Izquierda anunció la semana que promovería un proceso de destitución del alcalde, que poco después fue apoyado por el Partido Liberal (FDP). La tragedia de Duisburgo conmocionó a Alemania el pasado 24 de julio, cuando en la mayor fiesta de música electrónica del mundo, la Love Parade, numerosos fallos de previsión y errores por parte del Ayuntamiento, la Policía y los organizadores propiciaron una avalancha humana de miles de personas atrapadas en un túnel de los años 60, de unos diez metros de ancho y sin salidas de emergencia. Entre los veintiún fallecidos había dos jóvenes españolas, Clara Zapater y Marta Acosta, ambas de 22 años. En total fueron ocho los extranjeros que perdieron la vida en el suceso.

Tras la avalancha, se multiplicaron las voces que pidieron responsabilidades políticas al alcalde Sauerland, entre ellas numerosas procedentes de su propio partido, la Unión Cristianodemócrata (CDU). El presidente de Alemania, Christian Wulff, perteneciente a la misma formación, se sumó indirectamente a esas exigencias durante el funeral oficiado el sábado en Duisburgo, al que acudió también la canciller alemana, Angela Merkel.