Holanda hace un arte del mestizaje

Del mismo modo que Francia triunfó en el pasado con futbolistas procedentes de diferentes latitudes y colonias, con el 'argelino' Zidane como máximo exponente, o Joachim Löw ha conformado una 'Mannschaft' a imagen y semejanza de "la nueva Alemania multicultural", Holanda estiró una tradición que dio resultados desde tiempos de Ruud Gullit y Frank Rijkaard.

El ex lateral sevillista Khalid Boulahrouz es uno de los 'tulipanes' de origen musulmán, nacido en Maasslui, en el seno de una familia marroquí que buscó futuro en los Países Bajos. Una historia similar a la del 'Caníbal' ha vivido Ibrahim Afellay, centrocampista de 24 años del PSV Eindhoven con doble nacionalidad. Antes de debutar con Holanda, en marzo de 2007 recibió la propuesta de la Federación de Marruecos para representar al país de sus ancestros.

"Jugué en la Eurocopa de Austria y Viena justo después de haberme decidido por Holanda, y eso me confirmó que adopté la decisión correcta", dijo el enganche nacido en Utrecht. "Existe enorme competencia por un puesto como centrocampista en esta selección, pero me encanta el desafío. Quiero ser parte de la historia de esta Copa del Mundo, y por eso todos nosotros tenemos que superar cualquier obstáculo personal en beneficio del equipo", añadió.

De Surinam a Islas Molucas

Como el inolvidable Gullit, líder junto a Marco van Basten de la selección que ganó el único título de fuste en la Euro'88, el defensa Edson Braafheid tiene raíz en Surinam, antes conocida como la Guayana Holandesa, una pequeña porción de tierra en Sudamérica que también ha alimentado a la 'Oranje' a través de los tiempos. Clarence Seedorf, por ejemplo, es un icono de la allí.

De más lejos procede aún la sangre del capitán y emblema del equipo, Giovanni van Bronckhorst, de padres indonesios de las Islas Molucas -allí nació Gio-, famosas durante los siglos XV y XVI cuando portugueses, españoles, ingleses y holandeses luchaban para controlarlas por riqueza en especias.

Sus padres emigraron a Rótterdam, donde Gio le empezó a pegar duro al balón. Completó una carrera internacional brillante que podría acabar con el título el domingo, día en que ya anunció su retirada. Seguramente, en aquel archipiélago se sentirán muy orgullosos por disfrutar de un protagonista inesperado, autor ante Uruguay del golazo del Mundial. "Es un profesional increíble. Tengo una enorme confianza en su último partido", comentó este jueves Van Marwijk acerca del ex azulgrana.

La raíz latina del equipo la aporta Rafael van der Vaart, hijo de una española procedente de Chiclana (Cádiz) pero casada con un holandés. "Al niño ya le gustaba el fútbol desde que estaba dentro de la madre", contaba la abuela Dolores. Padre, madre, abuelo y primo hablan castellano, aunque Rafa no tiene dudas para el domingo. "Hasta las semifinales eran españoles pero el domingo irán con Holanda", asegura.

El joven extremo Eljero Elia, con algún origen procedente de las Antillas Holandesas, protagonizó una polémica durante el Mundial que afectaba el amplio sentido multicultural de su país. En un vídeo publicado en internet, grabado cuando jugaba a través de internet con un amigo, Elia llamó a uno de ellos "kankerMarokkaan" ("cáncer marroquí").

El jugador del Hamburgo de raza negra, se excusó al explicar se trataba de una conversación entre dos amigos en tono de broma. "Quiero disculparme con la comunidad marroquí, pero no soy racista", declaró Elia, al asumir su error. "Crecí en un vecindario con un 75% de marroquíes y tengo un montón de amigos entre ellos. Lo que dije fue para un amigo mío, Reduan, quien siempre me llama 'negro'... suena raro, pero es una expresión", explicó.

El rubio furioso Dirk Kuyt, el moreno aguerrido Ryan Babel, el musulmán paciente Afellay o el 'abuelo asiático' Van Bronckhorst han mostrado en el continente negro que la unión del mestizaje hace la fuerza. Un ejemplo de la mezcla hecha arte en un mundo global.