Arranque de la obra de los petroleros con el corte de chapa, que tuvo lugar el pasado abril
Arranque de la obra de los petroleros con el corte de chapa, que tuvo lugar el pasado abril - ANTONIO VÁZQUEZ
INDUSTRIA

La obra de los petroleros sigue encallada por el bajo precio de su producción

La industria auxiliar de la Bahía mantiene sus dudas sobre la rentabilidad y no logra acuerdos con Navantia para la subcontratación de los trabajos

CÁDIZ Actualizado: Guardar
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El presidente de Navantia, José Manuel Revuelta, ha aplazado el encuentro en el que tenía previsto participar hoy lunes y que estaba organizado por la Confederación de Empresarios de Cádiz (CEC).

El invitado iba a mantener un desayuno de trabajo con representantes de la industria auxiliar naval de la Bahía. En la reunión titulada 'Un café con….’ se iban aabordar, entre otros asuntos, la subcontratación de la obra de los cuatro petroleros que se construyen en el astillero de Puerto Real para el grupo vasco Ibaizábal.

Precisamente, esta obra ha generado inquietud en el sector debido a las dificultades que existen entre Navantia y las empresas auxiliares para cerrar la adjudicación de varias secciones de estos barcos. La patronal insiste en que los precios fijados para sacar adelante este proyecto son muy bajos y no resulta rentable acudir al concurso de obra.

Cabe recordar que Navantia se embarcó en la construcción de estos cuatro barcos gracias al acuerdo firmado con el astillero coreano de Daewoo, que actúa como socio estratégico de la compañía española en esta obra. No hay que olvidar que los asiáticos gozan de las patentes de este tipo de petroleros y son líderes mundiales en su fabricación. Los coreanos han impuesto, por tanto, sus condiciones económicas, amén de las tecnológicas, para que esta obra se desarrolle bajo unos costes muy competitivos.

El comité de empresa de Puerto Real denuncia que la fabricación acumula ya cuatro meses de retraso

En este punto es donde la plantilla del astillero de Puerto Real ha dado la voz de alarma al advertir que esta situación perjudica gravemente el buen desarrollo de la obra. De hecho, según denuncia el comité de empresa, los plazos de producción no se cumplen y el proyecto ya acumula más de cuatro meses de retraso.

Navantia selló en julio de 2015 el contrato con el grupo vasco Ibaizábal para la construcción de cuatro petroleros de la serie Suezmax, especiales para navegar por el Canal de Suez, de ahí su nombre. Este acuerdo recoge también la opción de sumar dos buques más al proyecto. No fue fácil firmar este documento. Navantia tuvo que buscar una alianza externa para asumir la obra, ya que la compañía española lleva más de veinte años sin fabricar tanqueros. De esta forma, el astillero coreano de Daewoo se convirtió en pieza clave al aportar tecnología, patentes, materia prima y, sobre todo, precio final.

Un quebradero de cabeza

El bajo coste impuesto en la construcción de los petroleros es el caballo de batalla de la industria auxiliar y el quebradero de cabeza de Navantia. La patronal del Metal mantiene el tipo y confía en que las diferencias se solucionen en breve, ya que el tiempo apremia y el contrato de obra es de 24 meses. De momento, según los empresarios, Navantia no muestra nerviosismo por el ritmo de trabajo, sin embargo, los trabajadores del astillero de Puerto Real denuncian que la obra corre peligro.

La fabricación de los petroleros arrancó de forma oficial el pasado 25 de abril con el corte de chapa de los primeros bloques de acero. El acto reunió en el astillero de Puerto Real a la dirección de Navantia, a los ejecutivos de Ibaizábal y a una amplia representación coreana de Daewoo. Seis meses después de aquella foto de familia, la contratación de las secciones de los barcos es un enigma por resolver. La industria auxiliar tiene dudas.

Solo se ha subcontratado parte del primer buque, cuando se anunció la fabricación simultánea de las cuatro unidades

El presidente del comité de empresa de la factoría de Puerto Real, Antonio Noria (CC OO), destaca que a estas alturas solo se ha contratado una parte del primer barco y se anunció en su momento que las cuatro unidades se realizarían de forma simultánea para poder cumplir con los plazos marcados en el contrato. Noria asegura que Navantia y la industria auxiliar no se entienden y lamenta la descoordinación a la hora de planificar la obra. El portavoz de los trabajadores asegura que la negociación se lleva a cabo desde los despachos de Madrid y critica que los técnicos de Puerto Real estén al margen. Al final, dice, son los trabajadores los que pagarán los platos rotos.

De hecho, las movilizaciones no han tardado en aparecer en el astillero de Ferrol, donde las diferencias entre Navantia y la industria auxiliar han terminado con protestas en la calle. Unos 2.000 trabajadores del sector naval de Galicia boicotearon la pasada semana un acto en el que participaba del presidente de Navantia, José Manuel Revuelta, junto a empresarios de la industria auxiliar de Ferrol. La plantilla ferrolana denuncia que hay trabajadores cobrando 900 euros al mes por diez horas de trabajo al día.

Todo apunta a que si Navantia no logra un acuerdo con la industria auxiliar de la Bahía sobre la adjudicación de obra del resto de petroleros será la propia compañía la que asuma el coste y contrate a los obreros necesarios para sacar adelante el trabajo. Otra cosa bien distinta es el precio que pagará por esta mano de obra.

Navantia ha reiterado en varias ocasiones que no subirá el precio de las subcontratas, por ello pide nuevas fórmulas económicas a la industria auxiliar para poder cumplir con la adjudicación y su rentabilidad.

Sin margen de beneficio

Este periódico publicó el pasado junio que el precio de los buques dejaba a la industria auxiliar sin margen de beneficio. Fuentes consultadas por LA VOZ señalaron que se trataba de una operación no rentable, ya que el precio marcado por Corea estaba por debajo de lo fijado en el mercado europeo y era justo la mitad del precio de mercado español.

La Facultad de Náutica de Barcelona realizó un estudio sobre los costes que entraña la construcción de un petrolero, modelo Suezmax, similar a los barcos del proyecto que abandera Navantia para el grupo vasco Ibaizábal. El informe de los ingenieros catalanes concluye que el precio de un buque de estas características ronda los 114 millones de euros por unidad. Los cálculos apuntan a que solo la mano de obra se lleva una tajada de 41,7 millones, mientras que la aportación de materiales asciende a 14,7 millones. El informe económico subraya también que el montaje de algunos equipos se lleva 8,8 millones de euros, mientras que se reservan 6,5 millones para otros coeficientes donde se incluyen, entre otras cosas, los impuestos que genera la obra y la puesta en servicio del buque. Estos número no cuadran con los petroleros de Puerto Real.

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