SALUD

El final de función largo y triste de los mayores gaditanos

De las casi 200.000 personas mayores de 64 años de la provincia, se estima que 43.000 viven solas y que unos 46.000 son dependientes

ANDRÉS G. LATORRE

Es una historia común, que se vive en el día a día. A María, a Josefa, a Carmen, a Paquita o a Isabel se le murió su marido (que podría llamarse José, o Manuel, o Antonio) hace años y se ha quedado sola. Los datos estadísticos ofrecen datos objetivos y fríos, como que los nombres antes escritos son los más comunes entre las personas de más de 70 años en la provincia de Cádiz , que hay muchas más mujeres veteranas que hombres y que la cantidad de ancianos que viven solos es cada vez mayor . Pero hay datos calientes que no se recogen en la estadística, como es el hecho de que una gran cantidad de ellos no pueden valerse por sí mismos y están sujetos a la ayuda de un desconocido.

Para empezar, el plato frío de los números. La provincia de Cádiz (siempre según los datos que maneja el Instituto Nacional de Estadística) tiene 197.640 mayores de 65 años . De ellos, los integrantes de la denominada ‘cuarta edad’ (es decir, la franja que transcurre entre los 80 años en adelante ), que es cuando se deterioran en la actualidad de una manera más acusada las condiciones físicas, conforman un grupo de 51.717 personas (19.153 hombres y 32.564 mujeres).

Las cifras ofrecen la posibilidad de poner el foco en cada una de ellas a voluntad. Así por ejemplo, llama la atención que la provincia cuenta con 34 hombres y 103 mujeres que tienen 100 años o más . También hay otras variables que pueden llamar la atención, como la de que la edad media en la provincia sea de 40,8 años (39,8 para los hombres y 41,7 para las mujeres), que haya 98 hombres por cada 100 mujeres (pese a que la esperanza de vida femenina es mayor) o que el porcentaje de mayores de 64 años en la provincia es, en un auténtico suicidio demográfico, el 15,6% de la población total de la provincia.

Pero dentro del colectivo de los mayores de 65 años de la provincia de Cádiz hay dos sectores especialmente delicados: el de quienes viven solos (generalmente después de afrontar una viudedad) y quienes se encuentran en situación de dependencia .

Soledad y dependencia

La tasa de personas mayores de 64 años que están en situación de dependencia es de un 23,44% . Pero es importante subrayar algo: según las cifras que maneja el Instituto Nacional de Estadística. Colectivos que trabajan con mayores aseguran la tasa suele ser superior, bien porque las dependencias no se consiguen, bien porque ni siquiera llegan a pedirse por la situación del entorno. Una simple operación matemática determina que el número de personas dependientes en la provincia de Cádiz que han superado los 65 años es de 46.326 . Casi una de cada cuatro.

En la otra cara de la moneda (o en la misma en algunas ocasiones) están los mayores que viven solos. En Andalucía la cifra de a buelos que no tienen a nadie más en casa es de 305.600 . Llevándolo a la provincia de Cádiz , la cantidad es de 43.100 gaditanos . Dentro de las estadísticas que separan a hombres y mujeres hay que destacar que de los mayores que viven solos en la provincia, 10.500 son hombres y 32.66 mujeres .

Una de las entidades que lucha por paliar la soledad de estos mayores es la Cruz Roja , que desde hace años desarrolla su Servicio de Acompañamiento a Personas Mayores , que tiene dos patas: el servicio de asistencia en domicilio y el de llamadas telefónicas . Su responsable, Ana Lamela, indica que entran en contacto con los mayores gracias al aviso que reciben de asociaciones de vecinos, de las entidades oficiales o de los propios familiares. «A veces, incluso, son los propios mayores los que nos buscan porque se han enterado de este servicio y necesitan a alguien que les eche una mano».

«Los mayores nos piden ayuda para ir al médico, para comprar o, a veces, solo quieren hablar»

¿Qué necesitan todos estos mayores que están solos? «Nos piden ayuda para ir al médico o para bajar para comprar , en ocasiones no tienen ni en quién apoyarse para bajar las escaleras», detalla Lamela que, no obstante, detalla que de lo que más carecen en su mayoría es de « alguien con quien hablar ». Es por eso que un servicio como el telefónico ha tenido tanto éxito entre ellos. «Además, nos permite avisarles de la campaña de la gripe, o de las olas de frío y calor ».

Esa necesidad de comunicarse lleva a muchos mayores a ser muy receptivos a la hora de familiarizarse con las nuevas tecnologías. «Existe una brecha digital por el simple hecho de que, como son mayores, sus hijos y nietos no les explican cómo funcionan los aparatos », pormenoriza Lamela.

De la soledad también se puede salir . La responsable de Cruz Roja detalla cómo mayores que participan en el programa terminan quedando entre ellos y que otros «que empezaron como receptores de la ayuda, terminan siendo voluntarios». También se da el caso de que los mayores se acercan hasta la Cruz Roja para conocer a la persona que les llama por teléfono. En el caso de los voluntarios que los visitan en sus casas «el vínculo es muy fuerte, el ver otra cara y oír otra voz les alegra el día».

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