Reunión de Rajoy con los presidentes regionales en la sede de su partido. / CHEMA BARROSO
ESPAÑA

Rajoy exige que ETA haga visible su desarme, pero el Gobierno lo cree innecesario por ahora

Dice que piensa «exactamente lo mismo» que Zapatero sobre el procedimiento a seguir tras la declaración de tregua

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El Gobierno cree que no es necesario en estos momentos que ETA anuncie el abandono de las armas, un gesto que reclamó el líder de la oposición para que el alto el fuego tenga una «mayor visibilidad». El Ejecutivo se apresuró a negar que esta discrepancia con el PP vaya a abrir «una polémica» y garantizó que «todas» las opiniones que haga Mariano Rajoy serán «tenidas en consideración».

Lo «realmente importante» en esta fase es que la organización terrorista acredite que «abandona la voluntad de ejercer la violencia», y lo demás es secundario. Éste es el diagnóstico gubernamental de los pasos a dar tras el alto el fuego de ETA.

El secretario de Comunicación, Fernando Moraleda, indicó, además, que una entrega de armas no sería un gesto relevante ya que la organización terrorista podría hacer un desarme «simbólico» y «comprar» un nuevo arsenal «en el mercado internacional al día siguiente».

Paz y no gestos

El portavoz gubernamental insistió en que por ahora sólo hay que «hablar de la paz» y no de las medidas o gestos que se pueden llevar a cabo. Esa fase, añadió, vendrá después, y una vez corroborada la seriedad del anuncio de ETA llegará el momento para que «la democracia» haga uso de «los resortes que tiene» para poner en marcha «un proceso de esperanza».

Moraleda apuntó que la diferencia de criterio con Rajoy sobre el desarme no debe ser motivo para «ninguna polémica» ya que el presidente del PP tiene la garantía de Rodríguez Zapatero de que sus puntos de vista sobre el alto el fuego «siempre» serán «tenidos en consideración».

El presidente del Gobierno y el líder opositor, explicó el secretario de Comunicación, tienen un ámbito para intercambiar impresiones en «las conversaciones personales y discretas» que mantienen desde la reunión que mantuvieron el pasado 28 de marzo. Zapatero y Rajoy no han vuelto a verse desde aquel día, pero han tenido, al menos, tres conversaciones telefónicas, según fuentes gubernamentales.

Rajoy coincidió en líneas generales con la postura gubernamental de que no es el momento de hacer movimientos ni plantear medidas. «Hoy -dijo- lo que hay que hacer es constatar la decisión irreversible por parte de ETA de dejar las armas» y dejar de hablar de presos o de contrapartidas porque en ese terreno «no hay que nacer absolutamente nada hoy».

A pesar de compartir la idea de que es prematuro tomar decisiones hasta verificar el alto el fuego, el líder de la oposición planteó que sería bueno hacer una excepción, y que la organización terrorista, «como hizo el IRA en su momento», diera el paso de la «entrega de la armas». Ese gesto, agregó, daría «mayor visibilidad» al alto el fuego. El presidente del PP indicó en declaraciones a Radio Nacional que existe sintonía con el jefe del Ejecutivo, «pensamos exactamente lo mismo» sobre el procedimiento a seguir tras la declaración de ETA, aunque consideró que Rodríguez Zapatero ha cometido varios errores, entre ellos hablar «demasiado». Sostuvo que «no tiene sentido ir a una radio y decir y ahora han constatado y no he constatado» porque «estas cosas hay que llevarlas con discreción». El líder del principal partido de la oposición tampoco compartió la conclusión del presidente del Gobierno de que las cartas de extorsión a empresarios navarros son anteriores a la declaración de ETA porque el responsable de la patronal de esa comunidad dice lo contrario. Un desacuerdo «ridículo», dijo, que el Gobierno podría resolver «llamando al señor presidente de la patronal de Navarra y decirle oiga, ¿por qué dice usted esto? Si es así de fácil y sencillo».

También estimó censurable la, a su juicio, pasividad gubernamental ante la irrupción de presuntos mediadores internacionales. «No aceptaré nunca -advirtió-, ningún mediador internacional porque aquí no hay un conflicto entre estados ni entre pueblos». Rajoy descalificó al sacerdote irlandés Alec Reid porque es «un conocido amigo de Batasuna» y su «credibilidad es ninguna».