ARCHIVO HISTÓRICO. Antonio Santiago Pérez, archivero municipal de Jerez.
Jerez

El siglo de las luces

Jerez fue la primera ciudad de España en contar con alumbrado público eléctrico

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Jerez de la Frontera puede presumir de ser la primera ciudad de España en contar con iluminación pública por electricidad en sus calles, aunque este honor es también una reivindicación de la localidad de Haro (La Rioja). De hecho ambas ciudades están hermanadas por este hito que comenzó a gestarse a lo largo de la segunda mitad del siglo XIX.

Algo más de cien años después difícil es encontrar a un testigo ocular que nos contará en primera persona qué supuso para el desarrollo social y económico de Jerez el alumbrado público por electricidad.

Y es que en aquella epóca, un tanto convulsa -sobre todo a mediados de siglo-, con el crecimiento de la ciudad llegaron una mayor necesidad de servicios para la población, que ya por lo visto existían para las empresas bodegueras con la construcción de «caminos de hierro» entre Jerez y El Portal, y Jerez y Sanlúcar de Barrameda los años 1829 y 1830, respectivamente.

Por ello, gran parte de la historia de Jerez está aún por descubrir en los archivos municipales que se encuentran en la biblioteca de la Plaza del Banco.

Y para conocer parte de esta historia LA VOZ, con la ayuda de los archiveros municipales -Antonio Santiago Pérez y Manuel Barea Rodríguez- ha sacado por unas horas del anonimato legajos, libros, protocolos y actas capitulares, documentación municipal, planos, etc, del Archivo Municipal de Jerez para ahondar en este interesante capítulo de la historia de la capital del vino.

Es el 2 de febrero de 1860 cuando Jerez hace un claro intento de mejorar el sistema de alumbrado, por gas, ante las continuas quejas del mal servicio, suministrado por medio del petróleo, y por los constantes cambios de las concesionarias del suministro y los incumplimientos del número de farolas y los horarios establecidos.

Tras un periodo en el que el servicio queda interrumpido por lo anteriormente descrito, en 1880 compra la fábrica de gas del Camino de La Cartuja la denominada Compañía Madrileña, que se hace cargo de la distribución tanto pública como a particulares. Es en 1891 cuando La Guía Oficial de Jerez recoge que «en el contrato que la Compañía Madrileña tiene hecho con el Ayuntamiento hay una cláusula por la cual la primera está obligada a establecer el alumbrado público por electricidad tan pronto lo tenga establecido otras poblaciones con buenos resultados».

Según los archivos municipales, el 4 de septiembre de 1889 se solicita al Cabildo Municipal que estudie un informe de la Comisión Municipal de Policía Urbana en el que se manifiesta «la conveniencia de autorizar la instalación susodicha».

El 28 de agosto de ese mismo año Don Antonio San Martín y Gallegos se dirige al Cabildo en nombre propio y de sus socios solicitando se les dé autorización para establecer la instalación de alumbrado eléctrico «a particulares».

Dando el Ayuntamiento el visto bueno, el señor San Martín y sus socios contaban con un plazo máximo de cinco años para el tendido de cables. Los trabajos se realizaron con rapidez, ya que el punto diez del acta capitular de la sesión ordinaria del 21 de mayo de 1890, folio 266, concluye que «en vista del buen resultado que han dado las dos farolas de a cuatro luces cada una que, como modelos de prueba se han estrenado frente a la Casa Consistorial, convenía que para completar el alumbrado de las calles laterales de la Alameda Vieja y de las Angustias, hoy deficiente, se adquiriesen veintidos farolas, con las cuales quedaría bien atentido este servicio en aquellos parajes».

En julio de ese mismo año quedaron montadas las primeras farolas del alumbrado público. Las primeras calles que vieron la luz eléctrica fueron Consistorio, Angustias y alrededores de la Alameda Vieja (Puerto y la actual Manuel María González).

En los siguientes meses el Cabildo Municipal recibe diversas propuestas «pidiendo la autorización» para establecer en Jerez el alumbrado eléctrico.

Es en esta última década del siglo XIX cuando el disfrute de la luz eléctrica en las calles de Jerez comienza a ser un hecho. En lo particular, un lujo para los acaudalados, mientras que la clase media y baja seguiría utilizando el carburo, gas, aceite o cera.

Ampliación de la red

A mediados de 1893 se da luz a la calle Lancería y Larga para extender la instalación hasta la Corredera y otras adyacentes tras el acuerdo del Pleno Municipal.

Sólo un lunar en esta interesante historia. La tardía en la llegada de la maquinaria y del material eléctrico, las repetidas huelgas de los operarios, así como la paralización en varias ocasiones de las obras de construcción de la central eléctrica, retrasó los trabajos del alumbrado público por electricidad.

La iluminación a particulares comienza a finales de 1892, una vez en primavera se constituye la Sociedad Jerezana de Electricidad tras adquirir los derechos de producción y distribución de la anterior concesionaria. Aún quedaban calles alumbradas por gas, pero la sustitución por electricidad era ya imparable a principios de 1894.

En este año nace la Compañía Sevillana de Electricidad, y aunque producía y distribuía para Sevilla, en sólo dos años es capaz de absorver a la sociedad eléctrica jerezana. Tras esta operación empresarial, Sevillana de Electricidad adquiere los derechos de concesión -prácticamente hasta la actualidad y conjuntamente con ENDESA-, y comienza la instalación de los postes de energía eléctrica, extendiendo la red de suministro a toda la ciudad.

En el año 1895 Jerez contaba con 36 lámparas o farolas con una potencia de seis amperios en calle Larga, Lancería, Por-Vera, Corredera, Consistorio y en las plazas de Alfonso XII (Arenal), Angustias y Eguilaz. Con la llegada de la luz eléctrica, los comercios ubicados en esta vías y plazas se decantaron por contratar este tipo de energía, por la novedad y porque la utilización del gas resultaba muy peligroso.

El alumbrado público quedaba suspendido al llegar la medianoche, pero a partir de 1893 se hizo de forma permanente desde la caída de la noche y hasta el nacimiento de un nuevo día.

Un nuevo siglo

Con la llegada del siglo XX, la utilización de la electricidad como energía pública y particular, más moderna, limpia y más segura, es utilizada para las ferias que se celebran en el Parque González Hontoria.

Asimismo, la Sociedad Eléctrica Moderna de Jerez presenta en el año 1906 un proyecto de tranvía eléctrico, aunque éste no llega a materializarse por causas que se desconocen, aunque todo apunta a que era imposible por la estrechez de las calles del centro histórico.

En 1909 se inicia la instalación de una línea conductora de energía eléctrica desde Arcos a Jerez para sustituir definitivamente el alumbrado por gas, aunque los trabajos no concluyen hasta 1917.

Desde mediados de los años 50 se acometen los trabajos para instalar el alumbrado de luz fluorescente en la calle Larga, y después al resto de otras calles del centro de la ciudad.

La última gran obra que se realiza en Jerez en referencia al alumbrado eléctrico es a principios de los años 60, cuando todas las líneas conductoras aéreas pasan a convertirse en subterráneas, con el fin de que la ciudad siga el curso de los últimos adelantos industriales.