PRECEDENTE. Las protestas en Agoncillo fueron inútiles. / LA VOZ
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La empresa recuerda que es un proceso abierto y que el anuncio no es definitivo

Delphi Automotive Systems es uno de los gigantes de EE UU que mueve a 185.000 trabajadores en casi cuarenta países del mundo Las otras dos plantas españolas no se han visto afectadas

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En octubre de 2005, el gigante de la automoción Delphi se acogió al capítulo 11 de la ley de quiebras de Estados Unidos. Éste fue el principio de un proceso industrial y judicial que ha afectado completamente a su actividad en el país norteamericano y que ha provocado el plan de transformación que hoy tiene sobre la mesa.

Fuentes de la compañía reconocieron las intenciones iniciales diseñadas por la empresa, que suponen la reducción o venta de la actividad de Puerto Real, pero objetaron que se trata de un «proceso de negociación que lleva seis meses abierto y aunque se han acercado posturas, todavía no hay acuerdo». De hecho, el último desencuentro entre la empresa y los sindicatos estadounidenses fue el origen de la nueva estrategia industrial de Delphi «para ser competitiva en el mercado global». Además de las reestructuraciones de plantas, la compañía contempla revocar el convenio colectivo, anular contratos con General Motors que considera perjudiciales y rebajar los beneficios a las pensiones.

Uno de los momentos claves en esta situación será la audiencia judicial sobre el procedimiento de quiebra que podría producirse en EE UU entre mayo y principios de junio. La resolución que dicte entonces la dirección norteamericana en función de las consideraciones del juez «tendrá repercusión en las plantas de Delphi en todo el mundo», según sostuvieron desde la empresa.

Nuevo conflicto

Éste será el hito de un conflicto que ha marcado un nuevo punto de inestabilidad en la factoría de Puerto Real, que ha atravesado tres procesos y expedientes de regulación de empleo desde el año 2001. El último, cerrado a finales del pasado año, supondrá la reducción de 400 puestos de trabajo de los actuales 1.800.

Estos recortes han reducido el potencial laboral de una planta que a finales de los años 90 llegó a tener 2.400 trabajadores y que ha visto mermadas su condiciones económicas y sociales a través de dos convenios colectivos «cerrados a la baja», según sostuvo el portavoz de la sección sindical de CGT en la factoría, Isidro Jiménez.

Con el plan de transformación dibujado, Delphi Puerto Real se enfrenta a un nuevo escenario de incertidumbre cuando aún no se ha levantado del último conflicto, pero en este caso las repercusiones pueden ser de mayores dimensiones dado que afectará a nivel global a la compañía.

Los antecedentes de cierre y venta de la multinacional en España se han producido en las localidades de Ólvega (Soria) y Agoncillo (La Rioja). Ambos se produjeron en el año 2002. En la localidad castellano y leonesa se clausuró una fábrica de la división Packard y afectó a una plantilla de casi 600 trabajadores. En la riojana fue una venta a Collins&Aikman.