EL MIRADOR PINCHITOS MORUNOS

Un taxi de consenso

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Está el mundo capillita sin vivir porque un sacerdote de la iglesia de San Antonio quiere llevar al Resucitado a la misa de la Catedral en una furgoneta o paquetera y consideran los del listo los de atrás que tal transporte, donde se llevan yogures y hasta peras de agua, no es digno del Santísimo.

Hay que decir que los capillitas están un poco sensibles con lo del transporte. Ya consideraron hace unas semanas que también era indigno que el Santísimo en el Corpus circulara por la izquierda...y decían que lo suyo era el centro y hubo que cambiar el diseño de la calle Nueva porque estaban dispuestos a una huelga de velas apagadas. Es más, con lo sensibles que están para el transporte yo más que a Corbacho como presidente de las cofradías, pondría al presidente de Seur...que entiende mucho más de portes.

No entienden los capillitas cómo el Resucitado puede ir en una furgoneta. Yo soy experto en paqueteras y, en concreto, en C-15 y quiero aclararles que puede ir de dos formas. Uno, puede ir sentado, como copiloto, porque no está bien que el hombre, encima, tenga que conducir, o puede ir en la parte de atrás en posición de lo que es acostado, aunque reconozco que es incómodo. De pie, me da a mí, que no cabe y en posición como de portero tirándose para parar un penalti... es más bien posición de milagro y lo mismo hay que montar un altar de culto dentro de la paquetera.

Ante la dificultad propongo una solución de consenso que yo estoy seguro de que gustara a todos. Aprovechando que el Resucitado tiene lo que es un brazo en alto, lo pueden poner en la puerta de San Antonio y que parezca que está pidiendo un taxi. Como cerca hay una parada, alguno lo verá e irá a recogerlo. Cuidado que no sea un gracioso y diga ¿Qué, a La Gloria? y se lleve al Resucitado a tomar café y croasanes en vez de llevarlo a la Catedral a escuchar misa. Pero vamos, si todo va bien, yo creo que en diez minutos el Resucitado está en el Pontifical y se sube hasta el solo en el paso. Es más, estoy seguro de que el Obispado, en busca del consenso, está dispuesto hasta a pagar lo que marque el taxímetro y que la hermandad ponga la propina.

La verdad es que los cofrades están muy preocupados con el tema del transporte y digo yo que el obispo, al que piden la intervención para salvarles del cruel sacerdote que quiere llevar al Resucitado en paquetera, dirá para él: ¿y estos señores que se preocupan tanto del transporte del Cristo en furgoneta, cómo es que no les veo yo tanta preocupación con el transporte de los africanos en pateras? Ah, y una cosa, el taxista, durante el trayecto que ponga Cádiz Cofrade, para darle ambiente a la cosa.