DESACERTADO. Salva no tuvo fortuna de cara a portería, aunque tampoco le llegaron balones fáciles para intentar el disparo. / EFE
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El Málaga se acerca aún más a Segunda tras caer ante la Real Sociedad en Anoeta

El equipo andaluz terminó el encuentro con dos jugadores menos tras las expulsiones de Juan Rodríguez y Morales

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La Real Sociedad tomó aire en su lucha por evitar el descenso, tras vencer a un Málaga al que mucho se le tienen que arreglar las cosas para evitar que el próximo año juegue en Segunda y que terminó el partido con dos menos.

Mucho respeto entre ambos equipos desde el inicio del partido, conscientes andaluces y vascos de lo mucho que podría suponer ponerse por debajo en el marcador en la actual situación de parálisis y nervios por la cercana presencia del descenso.

El conjunto de Manolo Hierro se adaptó mejor a la situación, quizás porque, a diferencia de los donostiarras, la derrota, si no matemáticamente, si podía casi hacerles perder la categoría y por ello buscaron con mayor convicción la portería contraria.

El alto conocimiento que Bakero tiene del Málaga, tras haber entrenado a varios de sus jugadores la pasada temporada, se constató en las constantes anticipaciones y el buen juego defensivo realista que, sin embargo, mostraba todas sus carencias a la hora de elaborar fútbol. La Real se fue quitando la presión y producto de ello llegaría una ocasión de Nihat, que erró de forma sorprendente.

Fue un aviso de lo que enseguida vendría para el Málaga, porque en el minuto 36, Ansotegi conseguía abrir el marcador, tras un cabezazo anticipándose a la defensa en el saque de una falta.

Tras unos minutos de desconcierto el conjunto visitante tomó las riendas del partido en busca de un resultado que le mantuviera vivo y estuvo cerca de empatar en un disparo de Rodríguez.

Las oportunidades del Málaga se perdieron definitivamente con la expulsión de Juan Rodríguez. Instantes después, llegó la puntilla con el segundo gol local, obra de Skoubo, tras un duro lanzamiento de falta de Mark González. Los guipuzcoanos jugaron desde entonces a placer y, a ocho minutos del final, redondearon su marcador con un gol de Xabi Prieto.