Cádiz C.F.

LA PREVIA DE MANOLO SANTANDER Cuestión de fe

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Por lo visto la salvación del Cádiz es sólo cuestión de fe. Según pone en el diccionario, la fe, es que el ser humano deja sus asuntos en manos de un ser divino, un ser superior. O sea, cuando uno ve que la cosa está muy chunga y que no hay manera de arreglarla, va y le pone dos velas al Cristo de marras, y a esperar. ¿¿Pues sabe usted que lo tenemos claro!! Es verdad que todos en algún momento delicado nos hemos puesto en manos de Dios, rezando o rogándole, pero la verdad es que por lo menos a mí, no me ha funcionado. Habría que hacer una encuesta para ver el porcentaje pero sinceramente no creo que sería muy alto. A lo mejor es que aquí han cerrado la sucursal de los milagros, y en vez de ir a Valencia a animar al Cádiz, sería más práctico ir a Lourdes a rezar por él. O nos estamos equivocando de Dios, como hay tantos. Lo que está claro es que cualquier ayuda nos viene que ni pintada, y si es divina, mejor que mejor. Así que todos a rezar, a salir de penitente y a encender velas, total, peor no nos puede salir ¿no?

Yo no suelo dejar mis problemas en manos de nadie porque tengo fe en mí mismo. Y eso es lo que creo que debemos tener, fe en nuestras posibilidades, en nuestros futbolistas, en nuestro entrenador y que ellos tengan fe en ellos mismos, que es lo que me parece más difícil. Matemáticamente, tenemos muchas posibilidades y las matemáticas son una ciencia exacta, o sea, que se puede creer ciegamente en ella. Y por lo tanto, si ganamos los cuatro partidos de casa y mangamos algo fuera, ¿¿listos!!, ¿¿fuera de peligro!! Pero mi amigo Juan, que es profesor de matemáticas, dice que si en toda la temporada sólo hemos ganado tres partidos en casa, sería poco probable que ganáramos los cuatro últimos seguidos. ¿¿No hacedle caso a Juan!! Que es hombre de ciencias y por lo tanto hombre de poca fe. Y en sus cuentas no entra que en Valencia se nos aparezca la Virgen y resucitemos ¿¿No!! ¿¿Resucitar no!! No vaya a ser que el Señor Enrique Arroyo no nos deje salir. Por cierto eso de llamarse en Cádiz Enrique Arroyo ¿¿chungo!! ¿En?

El Valencia tampoco está para tirar cohetes y Dios quiera que los pocos que les quedaban los hayan tirado en las Fallas. Es un equipo que ha venido abajo sin razón, porque sí. Es como si hubiera perdido la fe. Un equipo que confiaba plenamente en el bloque y está como descosido, es como si no tuvieran fe en lo que hacen. Da la impresión de que para ellos se ha acabado la Liga, y están deambulando por ella echándose la culpa los unos a los otros. Pero así y todo no deja de ser un equipazo. Y que el día en que despierte o le ponga ganas, al que coja, lo pone tibio. Esperemos que no sea hoy, así que vamos a colarnos de puntillas sin hacer ruido ¿¿pero sin miedo, joé!! Que la fe mueve montañas.

Antes de continuar, quisiera pedir perdón a todo aquel que crea que estoy siendo irrespetuoso con la religión en estas letras pero ¿¿nada más lejos de la realidad!! Lo que pasa es que en esta semana en donde todo Cádiz empieza a oler a incienso, en que en cada iglesia hay un quinario, o un yo que sé, y en que todos los coches que van con la música a toda pastilla, han cambiado a Madonna por Abel Moreno, ha hecho en mí florecer cierto fervor, cierta esperanza. Y haciendo uso de un refrán que viene al caso y que dice, que Dios aprieta pero no ahoga, creo que hoy por fin nos va a soltar a nosotros, que ya tenemos la lengua fuera y los dedos señalados en el pescuezo. ¿¿Ya está bien de apretar!! Que en Valencia se oigan nuestras plegarias.

Mi primo Ricardín vive en Valencia. Es un fenómeno haciendo muñequitos de cartón, y como aquí la cabalgata es siempre la misma, sólo cambian los muñecos de sitio, se ha ido allí a trabajar. Pero su mayor afición, devoción, es la Semana Santa. Ha salido en una cofradía de todo lo que se pueda salir, de cruz de guía, de penitente, con la bandera, con las trompetas, de aguador, de monaguillo.... el tío tiene el cielo ganado. Y claro, allí está envenenado, pues la criatura sólo puede hacer la carrera oficial por el pasillo de su casa. Pero al ver en la situación en la que nos encontramos, ha hecho un quinario y lleva una semana rezando por la salvación del Cádiz y la de mi alma ¿¿Ojú oma!! Y como promesa, piensa ir hoy a Mestalla con una túnica de penitente que se ha hecho con los colores del Cádiz y con todas las fotos de las cofradías de Cádiz y de Sevilla, pues como todo buen cofrade gaditano le gustan más las de allí que las de aquí.

Yo le he llamado y le he dicho: Ricardito hijo, no lo hagas pishita, es que aparte de hacer el chufla con todas las letras, ¿no te das cuenta que puedes dejar tuerto a cualquier criaturita que se siente a tu lado? Y además que te van a dar una cachetá ¿¿que no vas a dejar a nadie ver el partido cojones!! ¿¿Que no, tito!!, ¿¿que lo voy hacer!!, ¿¿que la fe es lo más grande!! Pues nada, tú mismo, pero por lo menos, remángate el antifaz que tú sabes que te asfixias, y que Dios te acompañe.

Señores, esto es lo que hay. Está claro que ya esto es cuestión de fe. Así que todos los creyentes que recen todo lo que sepan o crean conveniente. Que todos los pecadores como yo, como penitencia de aquí hasta el final de liga rezaremos: ¿¿sí, sí, sí, lo vamos a conseguir!!