20 años procurando techo y dignidad

El Hogar Gerasa para enfermos terminales de sida abría sus puertas en 1996 cuando la enfermedad empezaba a dejar de ser una epidemia. Para entonces la heroína desaparecía de las calles y se le ponía coto a aquel mal que afectaba a decenas de personas cada día. Los nuevos contagios fueron remitiendo hasta convertirse en una excepción, pero quedaba toda esa herencia de los años duros de la droga y para ello se creó este centro, que salió adelante gracias al esfuerzo de los doctores Antonio Bascuñana, Antonio Vergara y José María Girón y la dedicación de las Hijas de la Caridad que cuidan de estos enfermos.

Con un esfuerzo cada vez mayor Gerasa, cumple veinte años y el Colegio de Médicos de Cádiz ha querido destacar esa labor con la concesión del premio Medicina Gaditana que les ha entregado este viernes.

La institución ha atendido desde que comenzara a funcionar a un total 450 usuarios y aspira a seguir dando cobijo a los que, desgraciadamente continúan necesitándolo. El sida sigue vivo, escondido en las prisiones u oculto por la vergüenza y el miedo al rechazo de quien lo padece.

El doctor Bascuñana ha sido el encargado de recogerlo en nombre de la institución y especialmente de la congregación de religiosas que fueron el germen del centro chiclanero. Ante el auditorio ha recordado que fue el ejemplo de Sor Magdalena, una monja que atendía a los enfermos de sida en La Línea, lo que motivó la creación de Gerasa. Hasta allí se desplazaron para conocer su labor y repetir el ejemplo en la Bahía de Cádiz, donde era necesario dar respuesta a aquellos que eran víctimas del 'VIH indigente', que «salían del hospital para terminar en un semáforo o pasando la noche en un cajero. «Abrimos el 26 de septiembre de 1996 y hasta hoy ha habido 20 años donde una persona ha tenido casa, un lugar para comer o ha muerto con dignidad».

«Los sanitarios que empezamos esta historia somos unos privilegiados porque hemos aprendido tantas cosas de los voluntarios y de nuestros pacientes», ha señalado. Por eso ha dedicado a ellos este reconocimiento

Los galardones Medicina Gaditana de este año ha recaido también sobre el doctor Antonio Campos Muñoz, natural de San Fernando y catedrático de Histología en la Facultad de Medicina de la Universidad de Granada, de la que fue decano. El Colegio Médico ha querido destacar su labor investigadora por sus experiencias pioneras en ingeniería tisular con tejidos artificiales, entre ellos la construcción de la primera córnea artificial completa.

El doctor Campos ha desarrollado esa brillante trayectoria en Granada, la ciudad de la que ha hecho su hogar y por eso se preguntaba qué le destacaba para recibir el premio Medicina Gaditana cuando supo que había sido propuesto. Una mirada al pasado le ha dado la respuesta, como ha explicado a los asistentes al acto: «Me hice médico en Cádiz y la persona que soy es el resultado de las experiencias que viví y las conversaciones que tuve en esta ciudad».

El homenajeado ha tenido un cariñoso recuerdo para sus profesores de la facultad, en especial para Antonio López, a quien dice recordar ante su microscopio «en una universidad de la periferia» y desde allí «hizo cosas tan importantes». Su nombre aparecía en la bibliografía de los libros de referencia y su trabajo era reconocido en toda España. «Allí fue cuando entendí que desde cualquier sitio se pueden hacer cosas extraordinarias», ha asegurado.

Concierto de otoño

Tras la ceremonia de entrega de los Premios Medicina Gaditana 2016, se ha celebrado el Concierto de Otoño que cada año organiza el Colegio de Médicos de Cádiz. En esta ocasión contó con la actuación de la soprano Ana Troncoso y del pianista José Luis López Aranda, que interpretaron un programa de canción española y zarzuela.