Conil vive tres días de luto tras la muerte de una mujer por el desprendimiento en un acantilado

La localidad gaditana de Conil de la Frontera vive este domingo su segundo día de luto, de los tres que ha decretado el Ayuntamiento del municipio tras el fallecimiento de una mujer de 47 años de edad al desprendérsele este viernes parte de un acantilado de la playa Fuente del Gallo.

Según ha informado a Europa Press la concejal de Playas de Conil, Pepa Amado, el Consistorio ha decretado tres días de luto en señal de condolencias del municipio gaditano por la muerte de dicha mujer, natural de la Línea de la Concepción, así como ha colocado las banderas de la localidad a media asta.

Asimismo, la concejal ha explicado que justo después del suceso «los técnicos de la demarcación de costas tomaron medidas para acotar la zona y así evitar otra tragedia similar», aunque ha advertido de que «ya había carteles que avisaban de posibles desprendimientos de acantilados en la playa».

En cualquier caso, Amado ha indicado que «los desprendimientos son más frecuentes en invierno debido a las lluvias», y además «suelen producirse en una zona más lejana de la playa Fuente del Gallo, donde se encuentran unos acantilados más arenosos, por la erosión de las olas», ha agregado.

Cabe recordar que efectivos del Consorcio Provincial de Bomberos de Cádiz concluyeron en la madrugada del pasado sábado su trabajo tras no encontrar nuevas víctimas bajo los escombros del desprendimiento producido este viernes.

A su vez, el suceso se produjo en torno a las 20,20 horas y se desplazaron hasta el lugar de los hechos un total de diez bomberos: dos efectivos en el parque de Conil, dos del parque de Chiclana, dos efectivos en el parque de Cádiz, dos efectivos y dos perros del Grupo de Localización y Rescate, el jefe de parque de guardia y un técnico provincial de guardia.

Cuando los bomberos llegaron al lugar, a 100 metros del Hotel Flamenco, ya se encontraba en el exterior el cuerpo de la mujer, que falleció por aplastamiento a causa del desprendimiento. Ésta se encontraba en la playa con su marido y sus dos hijos menores de edad.

Los bomberos, desplazados junto a Policía y Guardia Civil, así como a Protección Civil y servicios sanitarios, colaboraron en el reconocimiento de la zona y en averiguar si alguna de las personas que se encontraban en la playa no localizaba a alguno de sus acompañantes. Se sabía que en el hotel había siete clientes que viajaban solos y que pudieran no ser reclamados, pero finalmente se confirmó que estaban en el recinto en el momento del desprendimiento.