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Los vicios del PIB

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La antigua secretaria de organización del PSOE que hablaba de casi todo y de casi nada sabía, también lo hizo sobre el PIB. Después de su sonado ‘performance’ en astróloga, luego tocó el de pitonisa en lo económico a colación con el PIB. Con la demagogia corriendo por sus venas decidió profundizar en los problemas económicos que atravesaba España, señalando indignada que «el PIB es masculino, es claramente masculino». Y todas esas sandeces porque los dirigentes en el poder entonces, necesitaban buscar culpables a quienes responsabilizar de la crisis. Pues bien, la ocurrencia de la insigne Pajín consistió en inculpar a todos los hombres, sumando a la lista de culpables a todo el género masculino. Menos mal que ZP, indagando en las causas de la crisis, centró estas en la codicia y la avaricia. Al menos la sustentó en dos conceptos femeninos, equilibrando de esta forma el exagerado prejuicio feminista de la número tres del PSOE, ahora allende los mares atlánticos, viviendo a nuestra costa y como premio por su ‘gestión’ en Nueva York.

Ahora dicha cifra macroeconómica representativa de la riqueza del país vuelve a la carga. La prostitución, el tráfico de drogas, el contrabando y el juego ilegal serán tenidos en cuenta para calcular la riqueza nacional. El motivo de ello, la necesidad de homogeneizar la contabilidad pública de los diferentes países de la UE, máxime y aquí está la real justificación, la necesidad de la Comisión Europea de incrementar su presupuesto de gasto, cuyas aportaciones nacionales se calculan precisamente como un porcentaje del PIB. Es decir, no sólo nuestros políticos son insaciables con el gasto público, sino que los foráneos también lo son.

Estamos hablando en torno al 4% de la riqueza del país. Cuando la economía sumergida en España supera, según estimaciones, el 20%. Esta última cifra supone más de 200.000 millones, que desde la óptica de los ingresos públicos resultaría una cantidad cercana a los 45.000 millones. La corrección de ello sí tendría efectos reales en la economía española. Sin embargo, ese 4%, representativo de unos 47.000 millones de incremento de la riqueza, tendrá sólo un reflejo contable, pero en ningún caso tendrá efectos sobre la economía real. Pero al Gobierno le va a venir bien para justificar de manera más cómoda su adecuación a la cifra de déficit, amén que habrá bajado el importe de la deuda pública.

En España como en el resto de países es de común uso el término hijo de puta, que es una palabra malsonante producto de un eufemismo. Tan es así que sólo ahora a partir de septiembre y debido a artilugios contables la prostitución va a emerger, lo que va a tener un efecto inmediato. El eufemismo puede pasar a la historia y convertirse en un vocablo lleno de realismo. Por cierto, el burdel más grande del país está en la Junquera, provincia de Gerona, Comunidad Autónoma catalana, a todos los efectos España.