La losa de la edad

Las últimas cifras del paro han arrojado un poco de luz en la oscuridad que cubre la provincia, pero no lo suficiente como para alzar las campanas al vuelo. Las cifras de desempleados siguen siendo catastróficas. Cerca de 200.000 personas, 196.777 exactamente, están sin trabajo. Pero la situación es aún más desesperante al comprobar que del total de parados, el 45,9% lleva más de un año buscando trabajo, y el 39% tiene más de 45 años y forma parte del grupo de desempleados de larga duración.

Este es el verdadero drama del desempleo. Profesionales que se han convertido en demasiado mayores para asumir nuevos puestos, pero aún son jóvenes para jubilarse. Este grupo poblacional es el que más está sufriendo la crisis ya que todo apunta a que tendrán muy difícil recolocarse.

Además, los datos apuntan a que el 57,1% de estos trabajadores vienen del sector servicios, un ámbito en continua renovación y en el que al final se termina por contratar antes a personas menos experimentadas cuyas exigencias monetarias están más acordes a lo que quieren o les pueden pagar. Pero es que el 15,9% pertenece a la construcción, uno de los sectores que siguen sumando desempleados a las cifras del paro desde que estallase la burbuja inmobiliaria, que era el maná del que todos se alimentaban.

Y es que este grupo de desempleados, según los expertos denominados parados de difícil recolocación, están sufriendo antes de tiempo la sensación de que su tiempo laboral ha llegado a su fin, justo en el momento más importante de su vida, en la que tienen que salir adelante porque muchas veces dependen de ellos otras personas, y además, es cuando más experiencia han acumulado. Por eso es una lástima que no se tenga en cuenta que hay que dar oportunidades a los más jóvenes y también a los mayores, para que estos últimos enseñen a las nuevas generaciones cómo funciona el mundo laboral.